"Algunos no entendéis lo que significa jugar en el Barça"

Sale a la luz la bronca de Xavi en el vestuario del Allianz

Xavi Hernández montó un gran bronca a sus jugadores durante el descanso del Bayern - Barça, aunque no tuvo el efecto que esperaba.

Xavi: «Me voy cabreado; esta es nuestra realidad y me jode»

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Xavi, durante el Bayern - Barcelona. (Getty)

Fue una noche difícil en el Allianz Arena para el Barcelona. La imagen del equipo fue nefasta, en cuanto a juego y ambición. El primer golpe del Bayern de Múnich fue decisivo, lo dejó todo listo para sentencia y ya solo quedó que pasara el tiempo. Cayeron dos goles más. Los últimos 25 minutos de partidos fueron un mero trámite, intrascendentes. El mosqueo y frustración de Xavi Hernández al descanso, dejó paso a la decepción y a la aceptación de la realidad del club y la plantilla tras el resultado final y la eliminación de Champions League confirmada. Esto es lo que hay, como diría Koeman.

«Algunos no entendéis lo que significa jugar en el Barça», son las palabras que lanzó Xavi Hernández al vestuario del Barça durante el descanso según Sport. Según este medio, el mosqueo del egarense era mayúsculo tras los primeros 45 minutos y así lo dejó ver con sus palabras, el mensaje que lanzó y su volumen de voz. Estaba decepcionado con la imagen que estaba dando los 11+1 titulares que alineó –tuvo que entrar Mingueza por Alba–.

Los factores que más incendiaron y mosquearon a Xavi fueron relacionados con la actitud del equipo, no una cuestión táctica, sino de entrega y fe. El entrenador culé no lograba entender qué le había pasado a sus jugadores durante esos primeros 45 minutos y a qué se debía ese bajón en la implicación de todos, noqueados especialmente tras el 1-0 de Müller. Con sus claroscuros, el equipo había completado buenos minutos y tuvo varias acciones de peligro para adelantarse en el marcador, pero la bola no entró. Aquello pudo cambiar el partido, pero no fue así.

Pero algo debía fallar con su discurso, con la bronca que lanzó a sus jugadores, ya que no funcionó. Xavi quiso tocar la fibra a sus titulares, hacerles entender de qué colores defendían y qué es el Barça. Pero no salió. El rapapolvo, más que merecido, terminó por enfriar más aún a los blaugrana, que fueron de menos a menos aún. La segunda parte en el Allianz fue un mero trámite. El Bayern se dedicó a dar descanso a sus mejores hombres y colocar a los menos habituales. El Barça no apretó pese al resultado y la necesidad del triunfo, parecía importarle poco a los jugadores o bien ser conscientes de lo imposible de la remontada.

Pese que nada salió durante los segundos 45 minutos, el paso de Xavi por el vestuario con sus jugadores tras el pitido final, el 3-0 y la eliminación de la Champions, su postura con respecto a sus jugadores fue mucho más suave. No gritó ni dio un discurso largo, su semblante ya decía mucho. El mosqueo e ira tras los sucedido se ejemplificaba con su gesto, decepcionado y triste. Según Sport, ninguno de los jugadores dijo nada al respecto, ni siquiera los capitanes, hubo un total silencio en el vestuario y nadie se atrevió a decir nada.

Pero ante los micrófonos sí dejó patente lo que pensaba Xavi. «Nos sometieron, siempre queremos dominar y someter al rival y fue al revés. Hay que exigirnos más. Somos el Barça. Esto tiene que ser un punto de inflexión para cambiar la dinámica y muchas cosas. No competimos. Esto es la Champions. Pero ésta es nuestra realidad. Es la situación que tenemos. Afrontamos la situación con dignidad. Empieza una nueva era y una nueva etapa. Me voy cabreado. Esta es nuestra realidad y me jode. Hay que afrontarla. No queda otra», decía en zona mixta, dejando que esperaba más de sus jugadores y su impotencia al respecto: «Esperaba que compitiéramos mejor. Es un sentimiento de impotencia. Hay que trabajar con mucha exigencia para recuperar al Barça. Hay que competir con más exigencia y más amor propio».

Xavi esperaba mucho más de sus futbolistas, esperaba incluso que el equipo fuera capaz de plantarle cara al Bayern y no dar la imagen de inferioridad que quedó patente tras los 90 minutos en el Allianz. El catalán sabía dónde se metía cuando aceptaba la oferta de Laporta, pero creía de verdad que podía revertir la situación y las dudas del vestuario. Se esperan tiempos difíciles en el Camp Nou y la eliminación de Champions y la caída a la Europa League puede traer de la mano cambios severos en la plantilla este próximo mes de enero.

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