La descalificación de Russell cede el triunfo a Hamilton en Spa con Sainz sexto y Alonso octavo

George Russell resistió como un jabato para ganar su tercera carrera de Fórmula 1 en el Gran Premio de Bélgica, pero domar durante 10 vueltas a su compañero de equipo, Lewis Hamilton, no le sirvió para nada porque una descalificación posterior a la prueba le impidió celebrar el triunfo. El británico sólo hizo una parada, pero ese juego de duros le propinó una victoria más que inesperada al haber salido sexto.

La FIA sacó una nota diciendo que el Mercedes de Russell marcó 795,6 kilos de peso al final de la carrera y el peso mínimo que reclama la Federación Internacional del Automóvil son 798. De esta forma, la victoria pasa a Hamilton, que vence por segunda vez en este Mundial, el último antes de zarpar a Ferrari.

Mercedes no podrá festejar el doblete en Spa y Oscar Piastri agarra la segunda posición con el desplome de Russell, que alteró todos los resultados. En tercer lugar acabó Charles Leclerc, al que apenas le duró la pole tres vueltas, y muy cerquita suya Max Verstappen, que remontó cinco puestos. Lando Norris sufrió con la estrategia y quedó quinto y Carlos Sainz se tuvo que conformar con ser sexto con Ferrari, envuelto en un mar de dudas con su planificación. Checo Pérez bajó de la segunda a la séptima posición, Fernando Alonso arañó cuatro puntos al ser octavo, Esteban Ocon noveno y Daniel Ricciardo cerró finalmente la zona de puntos.

La de este domingo era una de las carreras más importantes del año al estar enmarcada temporalmente justo antes de las vacaciones. Además, estuvo llena de emoción desde la salida y no pasó de soslayo entremedias de la segunda jornada olímpica con hasta cinco líderes distintos. Tras el primer rugido de motores, Checo perdió la segunda plaza en un aguerrido duelo con Hamilton, que galopó y galopó hasta ponerse en cabeza en la tercera vuelta adelantando a Leclerc

Por su parte, Verstappen arrancó su particular remontada colocándose octavo al segundo giro, justo por detrás de Norris, al que acabó sobrepasando con el transcurso de la prueba. Sainz apostó por los neumáticos duros y fue como un tiro, liderando incluso desde la vuelta 13 hasta la 20. Ese es el tope que se puso Ferrari para que saliera un coche de seguridad y como no pasó, decidió montar gomas frescas a su piloto.

Ferrari se vuelve a equivocar con Sainz

Sainz pidió alargar dos vueltas más, pero no le dejaron. De hecho, Ferrari incluso pretendía estirar con las medias hasta el final, pero la alta degradación lo hizo imposible y el español se desplomó. En Red Bull sacrificaban a Checo con dos paradas en 22 vueltas, mientras Verstappen sufría con Norris subido a su chepa. Para colmo, el mexicano también fue adelantado por Russell, que estaba dando otra campanada.

Las paradas de Hamilton y Leclerc dejaron a Piastri como líder en solitario, pero su entrada a boxes colocaba a Russell como nuevo primer posicionado. El británico tenía duros e iba a hacer todo lo posible por aguantar hasta cruzar la meta por última final, pero quien estaba deslumbrando a todos era el australiano de McLaren, que borró del podio a Leclerc a 10 vueltas del final.

Sainz tendría algo positivo que echarse a la boca, atacando y sobrepasando a Pérez para lograr quedar séptimo, igualando su casilla de salida. Toda la acción pasaba a la primera línea, en la que los dos Mercedes se iban a jugar la victoria en un duelo a cinco vueltas. Hamilton tenía mucho más ritmo, pero Russell no iba a ceder ni un milímetro. La escena cogía tintes dramáticos, pero en el muro la decisión no era otra que dejar que sus pilotos se lo ganasen en la pista.

Russell resiste a Hamilton

Hamilton no encontró esa décima extra y Russell sobrevivió en la primera posición, confirmándose como el ganador más rocambolesco, mirando de reojo también al precedente de este año en Austria. La prueba finalizaba con tres coches a menos de un segundo y con Piastri de nuevo en el podio tras la estela de Mercedes, que cuando pensaba que se iba a pegar unas buenas vacaciones, se lleva un chasco por la descalificación de su primer ganador del día.