¡Reyes de España! (4-1)

Calahorra iba a ser testigo del último partido de la temporada en categoría juvenil. La final de la Copa del Rey se jugaba en La Rioja y como invitados estrellas tenía a Real Madrid y Atlético. Dos rivales capitalinos, que se conocen a la perfección y que tenían ganas de hacer historia. Los de blanco buscaban un triplete nacional nunca conseguido en La Fábrica. Los colchoneros quería ganar su segundo entorchado copero de forma consecutiva. Todo estaba servido para presenciar un espectáculo que no iba a defraudar.

Con todo salían los chicos de Guti al césped de La Planilla. Once de gala y la idea clara de que tenían que imponer su fútbol desde el principio. La mejor manera de lograr el objetivo. Y así fue. El Madrid salió mandón con un Óscar Rodríguez que se multiplicaba. El partido estaba donde querían los de Valdebebas y todo se iba a poner más de cara cuando el ‘10’ hacía un auténtico golazo de falta pasados los 10 primeros minutos de partido.

La diana no cambió en guión en un principio. El Madrid siguió dominador y Dani estuvo cerca de hacer el segundo, pero su disparo se marchaba al palo. El filial madridista se sentía cómodo y el Atlético no era capaz de encontrar su fútbol. Hasta que todo cambió.

Los rojiblancos fueron ganando terreno poco a terreno. La zaga del Madrid comenzaba a fallar y esto lo aprovechaba el ataque de los de Manolo Cano para empezar a poner en serios aprietos a los chicos de Guti. El primer aviso lo daba Giovanni teniendo un mano a mano claro tras un fallo de Manu Hernando que salvaba Belman. Ya nada iba a ser igual.

Las ocasiones se sucedían en la meta madridista, los blancos no eran capaces de encontrar su fútbol y el empate se cocinaba. Varias intervenciones del meta blanco, un larguero en un intento de gol olímpico y en la última oportunidad del primer tiempo llegaba la igualada gracias a un balón que Óscar Clemente no iba a perdonar tras engancharlo en el punto de penalti libre de marca. Se veía venir. Con caras de circunstancias unos y con la moral por las nubes otros se retiraban a la caseta.

Locura sin gol

La caraja no se le pasó al Madrid en el vestuario. El Atlético salió a por todas y en los primeros minutos del segundo acto tuvieron dos ocasiones claras de gol. No funcionaba el Guti Team y había que tomar decisiones. Javi entraba por Martín y Álex adelantaba la posición. Guti quería recuperar el mando del partido y lo consiguió. La contienda se equilibró poco a poco y las ocasiones madridista volvieron a aparecer. Otra final, tremendamente pareja, comenzaba.

La locura se apoderaba de un choque frenético en el que la vida se daba por cada balón. Sin dominador claro, el partido iba creciendo en intensidad, aunque nadie lo controlaba. En esta anarquía el Madrid atacaba más, pero el Atlético contragolpeaba mejor.

Los minutos fueron pasando y la locura fue creciendo. Dani la tuvo, Achraf la estrelló en el larguero y Agüero hizo emplearse a fondo a Belman. Pero nadie marcó. El último título de la temporada iba a durar 120 minutos.

Golpe de campeón

La primera de la prórroga la tenía Óscar. El capitán disparaba desde la frontal y el balón estaba cerca de encontrar portería. Manny ponía la réplica con un chut que metía el miedo en el cuerpo al Madrid. Aunque los sustos se pasan golpeando.

Óscar, quién si no, daba un pase perfecto a Alberto para que el más pequeño y el más listo del equipo definiera a la perfección para hacer el 2-1. Locura madridista en Calahorra. No era para menos. Pero la gozadera total llegaría dos minutos después. Toni, el hombre que siempre la pide cuando más tensa está la cosa, conducía, levantaba en la cabeza y la ponía a la perfección para hacer el 3-1. Ahora sí se veía campeón el Madrid. La cosa podría haber sido mejor para los intereses madridistas si Dani no se hubiese topado, otra vez, con el palo justo ante de que terminase el primer tiempo.

El Atlético lo intentó sin suerte en la segunda mitad. Los colchoneros no se dieron por vencidos, pero el Madrid también tuvo sus ocasiones. La oportunidad más clara para los rojiblancos obligaba a Belman a hacer un paradón, aunque en la contra Alberto conducía y César Gelabert definía como lo hacen los grandes para poner el 4-1. No sucedería nada más en un partido espectacular.

El Guti Team ya es historia de La Fábrica. Por primera vez logran los tres títulos nacionales demostrando que son los auténticos reyes de la categoría. El Real Madrid puede estar tranquilo, hay futuro. Además, los blancos ganan su Copa número 13 en una temporada para recordar.