La ‘receta’ del éxito de Rafa Nadal en 2019
Rafa Nadal ha firmado una gran temporada este 2019. El tenista de Manacor ha conquistado dos Grand Slams, dos títulos de Masters 1000 y la Copa Davis, además de acabar en lo más alto del ranking de la ATP
2019 ha sido un gran año para Rafa Nadal. El tenista español ha terminado la temporada por quinta vez en su carrera en lo más alto del ránking mundial de la ATP, además de haber conquistado dos Grand Slams – Roland Garros y US Open- y dos Masters 1000 – Roma y Montreal-. La Copa Davis, la sexta Ensaladera para España, ha sido la guinda en un curso sobresaliente para el de Manacor. Analizamos las claves de su gran temporada.
La mejora de su servicio
Siempre ha sido un aspecto a mejorar en la carrera del mallorquín, pero este año Rafa Nadal ha puesto atención en mejorar sustancialmente su servicio. Ya lo indicaba Carlos Moyá a principios de año en una entrevista en el portal de la ATP. Se buscaba que el tenista fuera mucho más agresivo, acortar los puntos al máximo posible. Una tarea que ha puesto en práctica el de Manacor, como demuestran los 271 aces -saques directos- conectados esta temporada, muy lejos de los 122 de la anterior. Además, ha ganado el 90% de juegos con su servicio.
Acortar los puntos
En línea con la búsqueda de mayor agresividad en su juego, Nadal ha intentado acortar más los juegos. En este tramo final de la temporada, en pista rápida, el saque y subida a la red ha sido un gran arma del balear, a la que ha recurrido en muchas ocasiones, sin renunciar por ello a seguir siendo letal desde el fondo de la pista.
Buena planificación de la agenda
Recuperar el número uno era uno de los objetivos del español, pero tenía claro que no por ello iba a someter a un excesivo desgaste a su cuerpo. Nadal hizo una buena planificación de su agenda y ha renunciado a los torneos que ha considerado oportuno como Cincinnati o la gira asiática para no comprometer otros objetivos. Táctica que funcionó: conquistó el US Open tras un breve descanso y pudo ser competitivo en el tramo final de la temporada -semifinal en París, victoria en dos de tres partidos en Londres y con pleno de efectividad en sus ocho partidos jugados en la Copa Davis-.
Escuchar su cuerpo
En línea con lo anterior, Nadal ha sabido cuándo parar. El mallorquín se retiró en Indian Wells y en París, en ambos casos en semifinales, antes de saltar a la pista. Tras varias lesiones sufridas a lo largo de su carrera, Nadal conoce mejor que nadie su cuerpo y sabe interpretar las señales que le manda. La prudencia siempre va por delante y es que el balear quiere estar el mayor tiempo posible jugando al tenis y para ello es necesario atender cualquier señal que le avise de que hay que parar.
Insaciabilidad
Cualquiera diría viendo el rostro de felicidad de Rafa Nadal al conquistar la Copa Davis que suma ya un centenar de títulos, entre individuales y colectivos. Parecía que era su primera vez. Y es que el mallorquín vive con la ilusión del primer día cada victoria conseguida. Ama el tenis y la competición y esa pasión le lleva a no darse nunca por vencido. A punto estuvo esta temporada de tomarse un descanso cuando no llegaban los resultados esperados en tierra. El balear se quedó solo en el vestuario, reflexionó y decidió seguir. Lo mejor estaba por llegar. Tomó impulso para una temporada en la que cosecharía grandes éxitos.
Todo ello se resume en cinco títulos, finalista en Australia, semifinalista en seis torneos, sólo en dos se ha quedado antes -Acapulco y Londres- y el número uno del ranking de la ATP. Con todo, Nadal ya mira al 2020, otro año ilusionante en el que además de los habituales objetivos en el circuito de tenis hay una cita especial: los Juegos Olímpicos de Tokio.
Temas:
- Rafael Nadal