El Real Madrid quiere seguir en sus trece

El Real Madrid quiere seguir en sus trece. El idilio de nunca acabar del equipo blanco con la Champions League escribirá este sábado en Kiev el penúltimo capítulo de una leyenda que, no por rutinaria, deja de ser leyenda. Lo de llegar a tres finales consecutivas –cuatro en cinco años– no lo ha hecho nadie nunca y puede que nunca nadie vuelva a hacerlo, aunque con el Real Madrid de por medio conviene no decir jamás la palabra nunca.

El caso es que el Real Madrid se ha plantado en la final de la Champions de Kiev después de ir pasando pantallas en las que se ha cruzado con los monstruos más amenazadores de la competición. Dio cuenta del PSG de Neymar en octavos cuando todo el mundo daba al Real Madrid por K.O. Luego superó a la Juventus con una exhibición en Kiev y un susto enorme en el Bernabéu. En semifinales tocó el Bayern como siempre y ahí el sufrimiento adquirió proporciones bíblicas. Pero pasó el Madrid.

En la víspera de la final de la Champions Zidane tiene el equipo muy claro, pero se lo calla, el muy zorro. Diez de los once parecen cantados, incluido Isco que ha llegado a tiempo para la final, y el puesto que baila se lo disputan entre Bale y Benzema. Salvo sorpresa, parece que el galés será titular ante el Liverpool, pero con Zidane las sorpresas están casi siempre aseguradas.

En el Real Madrid reina el optimismo, que no la euforia. Los jugadores son conscientes de que el camino hasta Kiev «ha sido durísimo» y saben que aún les queda el último paso para La Decimotercera. En la plantilla de Zidane hay confianza en la victoria aunque los jugadores del Madrid, como les contamos en OKDIARIO, no se fían del Liverpool.

Los rojos son la amenaza

Precisamente el Liverpool se ha plantado en la final de la Champions de Kiev como un autético outsider. El camino del equipo de Jurgen Klopp ha sido duro, pero no tan espinado como el del Real Madrid. El equipo red se cargó primero al Oporto, luego al Manchester City cuando nadie daba un duro por ellos, y finalmente a la Roma, ese equipo de medio pelo que se había cepillado al Barça de Valverde. Perdón, al Barça de Messi.

Klopp presentará en Kiev sus poderes, con ese tridente que da más miedo que los agentes de la UCO a un cargo del PP. Jugarán arriba Mané, Firmino y Salah, ese Faraón que tiene a Europa subyugada con su velocidad, sus regates y sus goles. Precisamente Salah, en mitad del Ramadán, será la referencia ofensiva de un Liverpool que podrá perder la final de la Champions League, pero nunca perderá con miedo.

Este sábado es el día. Real Madrid y Liverpool, Zidane y Klopp, Cristiano y Salah, todos los ingredientes para el partido del siglo de cada año: la final de la Champions League. El equipo blanco está a un paso de seguir escribiendo su leyenda. El Liverpool quiere hacer historia en Kiev y derribar a un campeón que no conoce la lona. Que gane el mejor. Qué digo: que gane el Madrid.