El Real Madrid huele sangre
El peor Barça de la última década viene al Palacio de los Deportes este domingo. El técnico Georgios Bartzokas está haciendo buenas las dos últimas temporadas en blanco de Xavi Pascual al frente del equipo culé. Casi fuera de los cuartos de final de la Euroliga, siendo un conjunto con serios problemas para ganar fuera de casa en Liga Endesa y lastrado por las lesiones, el eterno rival se encuentra en una posición de extrema debilidad en su visita al Real Madrid.
Pablo Laso y sus chicos no pierden ojo de la decepcionante temporada culé. Se saben como favoritos, pero no quieren ningún tipo de confianza ante un rival al que ya han vapuleado esta temporada, aunque saben que son capaces de darles un revolcón si se descuidan. El equipo blanco dosificó bien sus fuerzas el viernes en el duelo contra el Estrella Roja y mandó un aviso a navegantes alcanzando los 63 puntos en la primera mitad.
El recuerdo de Vistalegre
En la memoria de los madridistas, y concretamente de dos de los capitanes del equipo, se encuentra un partido de nefasto recuerdo para la entidad. El 28 de diciembre de 2009, el Barcelona se paseó en el antiguo Vistalegre consiguiendo el mayor triunfo de su historia en el feudo madridista. En aquel entonces, Ricky Rubio dirigió una paliza con Felipe Reyes y Sergio Llull como testigos desde la grada por lesión. El Barcelona buscó ganar por 26 puntos al Madrid para hacer un homenaje al 2-6 logrado por sus compañeros del fútbol en el Bernabéu en fechas recientes. Se quedaron a cuatro puntos, pero la humillación escoció durante mucho tiempo hasta que este año se equilibró en la Ciudad Condal.
El Real Madrid se encuentra ahora ante la situación opuesta. Con un Barcelona en proceso de autodestrucción y con múltiples bajas por lesión, el equipo blanco huele que puede hacer sangre y brindarles otro triunfo histórico a su afición. Lo visto ante el Estrella Roja en la primera mitad deja una pista de la ambición de los muchachos de Pablo Laso. El Clásico no decantará la clasificación ni la temporada como en otros años, pero sí que podría servir para poner el clavo definitivo en las aspiraciones del eterno rival madridista.