El presidente de Ferrari se conforma con no hacer el ridículo
El año 2016 está siendo para olvidar para Ferrari, al menos en lo que a la Fórmula 1 se refiere. Durante la pretemporada, se hartaron de decir que ésta era la temporada marcada en rojo para desafiar por fin a Mercedes. Sin embargo, la realidad de las carreras ha demostrado que aquello no era más que un sueño irrealizable. La escudería italiana pasa por los momentos más bajos del año, tras haber finalizado la última carrera como el tercer equipo de la parrilla y a un mundo de distancia de los coches plateados.
El bajón de prestaciones de Ferrari se debe principalmente a la falta de carga aerodinámica que presenta el monoplaza. Evolucionará en este aspecto, pero ya nadie duda de que serán incapaces de alcanzar la meta que se propusieron antes de empezar la competición.
Es tal el ridículo que está firmando el equipo transalpino que solamente aspira a acabar la temporada dignamente. O lo que es lo mismo, a no protagonizar más ridículos como el del GP de Alemania. Y ojo, que no lo decimos nosotros, lo confirma el presidente de la marca, Sergio Marchionne. “Quiero que terminemos esta temporada con honor y decencia, después de haber dado todo en todos los grandes premios. Pero no podemos perder más tiempo”.
Ferrari confía en Maurizio Arrivabene
A pesar del rendimiento del equipo en 2016 y de las salidas de personal importante que se están dando últimamente, quien no parece correr peligro es Maurizio Arrivabene. El máximo responsable del proyecto rojo en la Fórmula 1 fue elegido para el puesto “porque sabe de Fórmula 1 y necesitamos a alguien como él”, ha declarado Marchionne.
La temporada 2017, con todos los cambios de normativa que se van a dar, se presenta fundamental para Ferrari. Es una oportunidad de oro para que la escudería italiana vuelva a ser la referencia en la Fórmula 1. Sin embargo, los precedentes más cercanos de temporadas con grandes cambios de reglas no son nada buenos para los rojos. En 2009 -cuando cambiaron las normas aerodinámicas y volvieron los neumáticos lisos- apenas consiguieron una victoria, mientras que en 2014 -con la entrada de los motores V6 turbo híbridos- solamente subieron dos veces al podio. Si algo así se repite, rodarán cabezas. Más aún.