Pirelli asusta a la afición: “Las carreras de 2017 pueden ser una procesión”
Todo el mundo anda bastante emocionado con lo que puede dar de sí la temporada 2017 de Fórmula 1. Los cambios aerodinámicos previstos van a traer consigo coches mucho más rápidos. Pero, ¿significa eso que veremos mejores carreras? Ya en su día Lewis Hamilton predijo que todo iba a ser igual, solo que cinco segundos más rápido. Más allá va en sus predicciones catastrofistas Pirelli, que asegura en boca de su jefe de competición Paul Hembery que las carreras de este año serán más aburridas que nunca para el espectador.
“Creo que los pilotos lo disfrutarán. Esto les supondrá un reto físico que no han tenido desde hace tiempo. Pero el verdadero impacto en los adelantamientos dependerá del rendimiento de los coches. Si el rendimiento es muy similar, habrá opciones, si no, será una procesión”, ha dicho Hembery en Motorsport.
Las claves para esta visión tan negativa de lo que nos espera son dos. La primera de ellas es la presencia de unos neumáticos que apenas se degradarán, al contrario de lo que sucedía hasta ahora. Eso provocará que las estrategias de los diferentes equipos sean muy similares entre sí. “Va a ser todo lo contrario a aquello, pero es lo que la categoría nos ha pedido. Se nos pidió que hiciéramos neumáticos con alta degradación entonces y ahora se nos pide que hagamos otra cosa. Preguntaremos a la gente cuál es el mejor planteamiento. Solo estamos tratando de desarrollar lo que se nos ha pedido. En cualquiera de estos temas siempre hay pros y contras. Creo que sabremos después de cinco o seis carreras si lo que hemos hecho es correcto o no”.
El segundo punto de influencia lo marca la propia aerodinámica de los coches, que hará que sea más complicado que estos se sigan unos a otros de cerca por las turbulencias que se crean. “Hemos tenido seis años en los que el objetivo era ofrecer un reto a equipos y pilotos, un reto térmico donde tenías que gestionar el sobrecalentamiento y la degradación. Ahora vamos a una situación en las que se nos pidió reducir eso, por lo que el calentamiento se ha reducido y los niveles de desgaste también. Así, los pilotos podrán apretar más fuerte en situaciones de adelantamiento y no desembocar en una situación de sobrecalentamiento. Esto necesita ser combinado, por supuesto, con cambios aerodinámicos que reduzcan el nivel de turbulencias del aire que llega al morro del coche de atrás. Va a haber más curvas a fondo y eso no va a ayudar a adelantar porque la gente no podrá intentarlo si no hay un punto de frenada”, ha asegurado un Paul Hembery… ¡que esperemos que se equivoque!