Piqué, Alba y Busquets hipotecan al Barcelona

El Barça tiene por delante aún mucho trabajo en términos económicos. El vicepresidente económico del club, Eduard Romeu, dio explicaciones de la situación financiera de la entidad este pasado jueves donde desgranó en qué punto exacto se encuentran, especialmente poniendo el foco en una masa salarial que han de reducir ostensiblemente si quieren caminar son problemas por esta nueva situación y hacer viables las numerosas palancas que han activado ya. Los enormes salarios heredados de los capitanes, Jordi Alba, Sergio Busquets y Gerard Piqué, hipotecan al Barcelona.

Aligerar masa salarial es uno de los objetivos que se marca la entidad a corto y medio plazo tras la fuerte inversión producida esta temporada con el interés de armar un equipo competitivo a Xavi Hernández. Los importantes fichajes, algunas renovaciones de peso y la continuidad de los capitanes pese al interés de largar a varios de ellos, especialmente los casos de Piqué y Alba, comprometen esta campaña en ese aspecto superando los 650 millones en masa salarial, algo que esperan que de aquí a la temporada 24/25 esté por debajo de los 500 millones de límite que se han fijado.

De un tiempo a esta parte, la masa salarial del Barcelona, con grandes jugadores en sus filas y un Leo Messi al alza, siempre se han mantenido en dígitos coherentes en función del rendimiento del equipo. En la campaña 16/17 la masa salarial era de 432 millones pero en las siguientes se dispararon por encima de los 600 siempre: 639 (17/18), 671 (18/19), 636 (19/20) y 617 (20/21). La pasada campaña se logró una fuerte reducción con respecto a años anteriores –con la salida de Leo Messi entre otros–: 518 millones.

«Tenemos todavía un desequilibrio importante pero tenemos una serie de vencimientos contractuales importantes que acaban este curso y el próximo, y la siguiente temporada estemos ya en el punto donde queremos estar», decía Romeu sobre la situación del club y mencionaba el aspecto contractual de la entidad. Los grandes contratos de los jugadores más veteranos son un escollo para la entidad. Los Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets tienen grandes salarios y, además, cuentan con importantes aplazamientos que han de ser subsanados, elevando aún más su coste.

Los tres capitanes tienen salarios que superan los 20 millones de euros brutos por temporada, de hecho Piqué tiene un contrato que se acerca más a los 30 millones por curso. Si por sí solos no fueran cantidades ingentes y preocupantes dado el actual rol del lateral y el central, a estas cantidades se le han de sumar otro pellizco importante con los porcentajes diferidos, alrededor del 70%. Según diferentes estimaciones, sólo en deudas pendientes del club con los tres capitanes, la cifra puede rondar los 80 millones de euros, aunque de cara a este curso la que se debe abonar es de alrededor de 50 millones.

La viabilidad del Barça actual pasa por reducir considerablemente estas cantidades y el objetivo prioritario es el de deshacerse de los capitanes. Este verano ya se intentó con Gerard Piqué, al que directamente Xavi Hernández le enseñó la puerta de salida pero el central se negó y optó por continuar y ganarse el sitio que le negaba su compañero. Similar es el caso de Jordi Alba, con el que hubo un amago con el Inter de Milán que no sentó del todo bien al catalán, que se quejó. El caso de Busquets es diferente porque sigue siendo indispensable para Xavi, aunque su contrato expira al final de la presente temporada y tan sólo una fuerte rebaja de sus emolumentos garantizarían su continuidad.