Pellegrini quiere quitarle otra Champions al Madrid después de la de 2010
El Ingeniero vuelve al Bernabéu. Con el Kiricocho, su inseparable ayudante, Manuel Pellegrini volverá al estadio en el que fue el inquilino del banquillo en la temporada 2009-10. El técnico chileno quiere venganza, porque cree que su salida del Real Madrid fue «injusta e inmerecida», después de que su equipo consiguiera 96 puntos en la Liga y se quedara a sólo tres del Superbarça de Guardiola.
Pellegrini siempre apeló al «puntaje» como su gran aval para continuar en el banquillo del Real Madrid, pero las eliminaciones en Copa y en Champions fueron su sentencia definitiva. El chileno pasará a la historia por irse de vacaciones a su país tres días después de su presentación como entrenador del Real Madrid –así, con un par– y, sobre todo, por el alcorconazo, una de las noches más tristes de la historia reciente del equipo blanco.
Aquella noche el Real Madrid cayó 4-0 en Santo Domingo, pero no el del Caribe, sino el campo del Alcorcón, un equipo que entonces militaba en Segunda B. Algún jugador, como Guti, cogió del cuello al Ingeniero en el vestuario y le mandó «a tomar por culo» después de la debacle. Manolo debió ser despedido aquel día, pero Florentino se aguantó las ganas.
El último clavo del ataúd de Pellegrini lo puso el Olympique de Lyon, que eliminó al Real Madrid en los octavos de final de la Champions. Los blancos perdieron por la mínima en Gerland (2-1) y les bastaba con ganar 1-0 en el Bernabéu para estar en cuartos. Cristiano marcó en seguida, pero Pellegrini no supo manejar el partido y en el segundo tiempo su equipo se descosió y acabó fuera de la Champions tras un gol de Pjanic. Aquella noche Pellegrini estaba ya despedido, aunque aguantó hasta final de temporada.
Pellegrini, el recomendado de Valdano tras la negativa de Wenger de venir al Real Madrid, no llevó nada bien su destitución y culpó de ella a Florentino Pérez, con el que no se hablaba. Ahora, El Ingeniero tendrá la ocasión de vengarse del equipo blanco y soltar todo su resentimiento quitándole al Madrid otra Champions, como ya hizo en la temporada en la que era entrenador en el banquillo del Bernabéu.