Odriozola, un pura sangre español
El Real Madrid ha anunciado el fichaje de Álvaro Odriozola para las próximas seis temporadas
El lateral derecho es un chico normal, apasionado de los caballos y de los toros
Álvaro Odriozola ya es del Real Madrid. El lateral donostiarra ha sido el futbolista elegido para reforzar la banda derecha del estadio Santiago Bernabéu, aunque el interés del club blanco viene de lejos. Desde que subía y bajaba la banda de Valdebebas cada vez que la ha visitado con la Real Sociedad B, desde la entidad de Concha Espina tenían asumido que era un futbolista diferente. Un joven con un físico portentoso, un defensa con alma de extremo capaz de hacer saltar cualquier defensa y con una velocidad endiablada. Su único pero es que todavía tiene lagunas defensivas, algo normal por otro lado y que suple con su calidad, su manera de subir y bajar la banda, su precisión en el centro y su visión de juego.
En lo futbolístico no hay dudas de que el Real Madrid se va a llevar a un jugador llamado a hacer grandes cosas, pero en el apartado personal, lo que engloba todo aquello que está fuera del fútbol pero que de alguna manera está totalmente ligado a él, también encaja a la perfección. Odriozola es un joven normal, y eso, en los tiempos que vivimos, no es fácil de encontrar. Un jugador sin extravagancias, que sabe de dónde viene y a dónde va y que tiene perfectamente claros cuáles son sus objetivos.
Álvaro viene de un núcleo familiar firme, donde ha aprendido unos valores que marcan su día a día. Esa misma familia que se esmeró en que estudiase, porque esto del fútbol no dura para siempre, y que no permite que el éxito se le suba a la cabeza. Pedro, su padre, empresario, y Amaia, su madre, dueña de una vinoteca, le empujaron al mundo del estudio y él se decantó por empresariales. Ya está en segundo curso y lo cursa a distancia.
Amigos, caballos y toros
Su vida fuera de su familia también es de lo más típica. Amigos de sus amigos, esos que hizo en el en el Colegio Aldapeta de San Sebastián. Una cuadrilla que sigue conservando y cuidando. Al igual que sus caballos, esos que le viene de cuna. Pertenece a una familia propietaria de corceles y desde muy niño los ha montado. Ahora, tiene dos: Guitar y Skywalker. Los cuida y siempre que puede los va a ver al Hipódromo de Lasarte, donde iba de pequeño con sus padres. También se le ha podido ver alguna vez en La Zarzuela, ahora lo tendrá más cerca.
Su otra gran afición son los toros. Es cierto que parece extraño que un joven de 22 años sea aficionado a las corridas, pero también le viene de familia. Su padre le llevaba a la plaza de pequeño y dicen que de vez en cuando torea de salón. Uno de sus grandes amigos es el matador Alberto López Simón, atlético reconocido.
El fútbol se lo metieron en vena sus abuelos. Ellos fueron los que llevaban a su hermano mayor, Pablo, y a él a ver a la Real y los que le hicieron socios. Álvaro desde pequeño comenzó a sentir los colores del equipo txuri-urdin, esos que comparten con el blanco. Y es que, los que mejor le conocen aseguran que siempre le ha tirado el 13 veces campeón de Europa, sobre todo cuando se enfrentaba al Barcelona.
Ahora, Odriozola está a punto de dar un paso más en una carrera que a día de hoy no tiene techo. De la mano de Lopetegui, el entrenador que le dio la oportunidad de jugar con España y de disfrutar de un Mundial, quiere triunfar en el Real Madrid. Por el Bernabéu son pocos los que dudan de sus cualidades y muchos los que están convencidos que caerá de pie.