Odegaard fue el líder
La Real Sociedad se impuso por 2-0 al Atlético en el partido correspondiente a la jornada 4 de la Liga Santander. Los goles de Odegaard, que firmó un encuentro excelente, y Monreal certificaron la primera derrota colchonera en la temporada
El Atlético de Madrid cayó derrotado por 2-0 frente a la Real Sociedad en la jornada 4 de la Liga Santander en un partido en el que brilló Martin Odegaard, que guió a los suyos hacia la victoria. El noruego hizo el primer tanto, mientras que el segundo fue obra de Monreal.
Se acabó la espera. Volvía a rodar el balón en la Liga después de un parón internacional que cada vez encuentra más detractores. Y para celebrarlo, tocaba estrenar el ‘nuevo’ Anoeta, que con los exteriores y sin la pista de atletismo ha quedado casi tan bonito como una pedida de mano en un barco a los pies de la Estatua de la Libertad. La mascota también se presentaba en sociedad y el público estaba entregado desde los prolegómenos, donde ondearon 30.000 banderas para acompañar a los suyos en este día tan especial.
La noticia más destacada en el once del Atlético de Madrid era la titularidad de Vitolo. El canario, el revulsivo perfecto en la primeras jornadas de Liga, se ganó la oportunidad y Simeone confió en él para completar un centro del campo que estaba formado por Koke, Saúl y Lemar. Por delante de ellos actuarían Diego Costa y Joao Félix, mientras que la línea defensiva estaba compuesta por Trippier, Savic, Giménez y Renan Lodi. En la portería Jan Oblak, mientras que en la de la Real Sociedad estaba el único hombre que fue capaz de dejarle sentado en el banquillo: Miguel Ángel Moyá.
El líder de la Liga Santander buscaba una victoria para continuar con ese pleno de victorias que le permita seguir, como mínimo, manteniendo la ventaja a sus perseguidores. La intención era esa, pero desde que comenzó a rodar el balón se vio que sería un partido trabado para los intereses de los del Cholo Simeone. Y es que desde el inicio, la Real Sociedad estuvo más cómoda sobre el verde, mientras que el Atlético se mostraba poco preciso.
La ocasión más clara del primer acto fue para Mikel Oyarzabal. El de la Real recibió un pase de Isak que le permitió plantarse en un mano a mano frente a Oblak, pero como dice la estrofa de Leiva: «Siempre vas a perder». El esloveno estuvo pletórico sacando el pie para evitar el primer tanto donostiarra. Respondió a los minutos Koke con un cabezazo que se marchó lamiendo el palo de la portería que defendía Miguel Ángel Moyá.
Odegaard, el chico maravilla
La réplica llegó con otro testarazo, esta vez de Diego Llorente, que apareció como un F16 entre Savic y Giménez. El balón se fue por encima del larguero. La batalla parecía aérea porque instantes después Oyarzabal -de lo mejorcito junto a Odegaard- le ganaba por arriba a Trippier -que por alto es más blando que un trozo de pan en agua-. Oblak se desesperaba, y con motivo. Los txuri-urdin atacaban y estaban cómodos y el Atlético sufría. Por suerte para los de Simeone se llegó al intermedio.
En la segunda parte salieron los mismos, a excepción de Thomas Lemar, que se quedó en el banquillo para que Simeone diese entrada a un Llorente que pondría más orden en la medular. Los colchoneros echaban de menos esa profundidad de Lodi y Trippier, además de la falta de ocasiones de un Diego Costa que, en cuanto actitud, muy bien, pero de estar acertado… perro ladrador, poco mordedor, que diría aquel. La primera vez que aparecieron los laterales en su faceta ofensiva fue un centro del brasileño, que recogió el británico y se la dio a Joao Félix, que mandó fuera su disparo.
Sería una de las últimas veces que tocaría Joao Félix el balón. Simeone movió fichas y retiró del campo al luso, dando los primeros minutos de la temporada a un Ángel Correa que estuvo más fuera que dentro del Atlético en verano, pero que finalmente luchará por la causa colchonera. Una causa que se puso cuesta arriba poco después de su entrada cuando Oyarzabal arrancó con el cuero se la dio a Odegaard, que, con fortuna -el balón chocó en Savic-, batió a Oblak. El noruego estaba de dulce.
Oblak da el susto
Ni se habían sentado los aficionados en su sitio cuando gritaron de nuevo gol. Córner para la Real Sociedad, al segundo palo, se impone como un titán Isak dejando un balón muerto al que van Oblak y Monreal. El lateral, en su debut, ganaba la partida mandando la pelota a la jaula, pero el cuero impactó en el esloveno, dejándole literalmente K.O., como si hubiera recibido un golpe de Maravilla Martínez en el mentón. Quiso seguir, pero ni los servicios médicos ni sus compañeros se lo permitieron, así que entró Adán con el 2-0.
Menos de media hora tenía el Atlético de Madrid para voltear el electrónico. Esta vez no estaba Thomas en el banquillo para salvar los muebles, aunque ya el Cholo hubiese agotado los cambios. No se rindieron, no dejaron de creer los rojiblancos, que en un minuto obligaron a Moyá a demostrar por qué fue titular en el Vicente Calderón por delante de Oblak hace unos años. Primero le puso a prueba Vitolo y el balear respondió con unos reflejos felinos. Segundos después, un cabezazo de Giménez, al que esta vez tuvo que emplearse a fondo con una providencial estirada.
El tiempo transcurría y en el Atlético comenzaban a aceptar la derrota. No cesaron en intentarlo, pero esa remontada express era prácticamente imposible. Ni con los siete minutos de añadido. El pitido final llegó y la primera derrota de la temporada de los colchoneros se consumó. Aún así, los del Cholo podrían acabar la jornada líderes dependiendo del resultado del Sevilla, que están a dos puntos en la clasificación de la Liga Santander.