Oblak salva al Atlético de un chaparrón
El Atlético de Madrid y Villarreal empataron a uno en el partido correspondiente a la jornada 9 de la Liga Santander
Filipe Luis adelantó al Atlético y Mario Gaspar igualó la contienda para el Villarreal
El Atlético de Madrid no pasó del empate a uno frente al Villarreal en un partido en el que Jan Oblak paró hasta la gota fría que amenazaba el choque. El Submarino fue un rodillo en el tramo final del partido pero se topó con el muelle de carga del guardameta esloveno. Filipe Luis abrió la lata y Mario Gaspar puso la igualada a los pocos minutos.
Después del parón de selecciones y los largos viajes el Cholo Simeone se veía obligado a hacer alguna rotación. Lemar, Correa y Godín fueron los sacrificados por el bonaerense, saliendo con cuatro mediocentros y con Lucas en lugar del charrúa. Así, Oblak ocupaba el arco, con Juanfran y Filipe en los laterales y Giménez con el francés. Saúl, Koke, Rodri y Thomas formaban en la medular, dejando a Griezmann con Kalinic en la punta del ataque rojiblanco.
Tenía tres partidos el Atlético en el Estadio de la Cerámica. El primero, contra la gota fría de la que tanto se ha hablado en los últimos días. El segundo, frente a la presión de ponerse líder a expensas del resultado entre Barcelona y Sevilla. Y tercero, el más importante, contra un Villarreal que nunca le pone las cosas fáciles a los colchoneros y que ha convertido su estadio en un campo maldito para los del Cholo Simeone.
El primer susto lo dio el Villarreal. Un balón se paseó entre Oblak y la defensa y Gerard Moreno no atinó a golpear la pelota para mandarla al fondo de la red. El que tampoco estuvo acertado fue el árbitro. Ni el VAR.Y es que ni el ojo humano, ni la tecnología, apreciaron un penalti por mano de Álvaro cuando Griezmann había chutado a puerta pero el cuero fue desviado por el brazo del central amarillo. Parece que para comprenderlo va a hacer falta un capítulo de Epi y Blas titulado: Mano y no mano.
Le costaba mucho a ambos equipos. Kalinic y Saúl lo intentaron para los azulcelestes. Sí, el Atlético volvió a vestir la tercera equipación en el campo del Villarreal, un equipo que juega totalmente de amarillo. Cosas de la vida…y del marketing. Los que probaban fortuna en el bando del Submarino eran Pablo Fornals y Jaume Costa, pero también sin éxito. Así transcurrieron los primeros 45 minutos, sin que el marcador se moviese.
Superjan Returns
Empezaba la segunda mitad con una revolución en el once del Atlético. Kalinic y Rodri se quedaban en los vestuarios y eran Correa y Lemar los elegidos por el Cholo Simeone para saltar a un césped tan verde y en tan buen estado que cualquier vaca se derretiría al verlo. De la misma forma en la que moriría de amor un colchonero al ver sonreír de nuevo a Filipe Luis -cosa que no hacía desde su culebrón en verano-.
Griezmann botaba una falta al corazón del área en el 50′. Funes Mori peinaba el balón hacia su propia portería, chocaba en el larguero y Filipe Luis lo empujaba con la testa al fondo de la red ante un Asenjo que estorbado por Álvaro poco pudo hacer. Gol, victoria y liderato provisional que pudo durar muy poco si no llega a ser por el de siempre. El que nunca falla. El que lo para todo. El mejor portero del mundo. Superjan. Oblak desbarató un mano a mano de Gerard Moreno con una parada más propia de fútbol sala o balonmano.
El Atlético suda la gota gorda
No pudo salvar los muebles en la siguiente que tuvo el Villarreal. Una ocasión en la que los dos laterales del Submarino Amarillo dispararon a puerta. Primero fue Jaume Costa, pero su chut salió repelido hasta llegar a Mario Gaspar, que tiró con el exterior y superó a un Oblak que llegó a rozar la bola con las uñas. Como si hubiese luna llena, el partido a partir de este momento se volvió loco y fue más de Premier que de la Liga.
Filipe tuvo en sus botas romper la igualada, pero su disparo se fue tan alto que los recogepelotas han tenido que ir a buscar el balón a Mestalla. Minutos después llegarían varias ocasiones para el Villarreal. Oblak lo hizo como si fuera fácil. Primero detuvo otro uno contra uno con Gerard Moreno y segundos después blocó el rechace que recogió Fornals. Bacca se unió a la fiesta y se plantó solo contra el superhéroe esloveno. Trató de regateárselo pero el del Atlético fue abajo y le quitó el balón.
El chaparrón amarillo no paraba. Ante la amenaza de la gota fría, que mejor que un Submarino para salir a flote. El Villarreal pasó por encima del Atlético en los últimos minutos, tiempo en el que los colchoneros parecían pedir la hora. Al final, empate a uno. Ni liderato ni profanar el Estadio de la Cerámica. Ah, ni gota fría, pero de eso hay un responsable, Jan Oblak, que se encargó de detener el chaparrón.