A Nadal se le allana el camino en el Godó: Djokovic y Nishikori dicen adiós a la primera
El triunfo de Rafa Nadal sobre Roberto Carballés en el debut del manacorense en el Conde de Godó vino acompañado de una doble buena noticia para los intereses del manacorense. Kei Nishikori y Novak Djokovic, potenciales rivales del número uno en octavos y cuartos del cuadro, cayeron eliminados de manera sorpresiva y a las primeras de cambio a manos de Guillermo García-López y Martin Klizan, respectivamente.
El partido que abría la jornada en el ATP 500 de Barcelona enfrentaba a Kei Nishikori frente a Guillermo García-López, que venía de derrotar al también japonés Sugita en primera ronda, y por tanto, más rodado que su rival en la mañana del miércoles. El estado físico del nipón, desde un primer momento, se vio que no era el deseado, pero a pesar de todo saltó a la pista para intentar defender su honor ante el público que le vio proclamarse campeón en 2014 y 2015.
Después del 6-3 favorable a Guille en la primera manga, Nishikori, al que la paliza física de Montecarlo ya le pasó factura en la final contra Nadal, abandonaba, despejando a priori el cuadro para Rafa, que se medirá ahora a un García-López que si bien llega en buen momento, no parece que pueda ponerle en demasiados aprietos.
Djokovic sigue en caída
Sin embargo, el bombazo del día en el torneo lo protagonizó Novak Djokovic. El serbio llegaba a Barcelona como uno de los grandes reclamos del torneo, con su hipotético duelo en cuartos frente a Rafa como la final anticipada del torneo. Los espectadores del RCT Barcelona se quedarán sin verlo, pues el serbio volvió a preocupar y caer derrotado en un duelo en el que su rival, Martin Klizan comenzó y terminó apalizándole tras un set intermedio en el que sí pudimos ver al mejor Nole sobre la pista.
No se encuentra a sí mismo Djokovic y tampoco se encontrará por primera vez en 2018 a Nadal, en el duelo del morbo que apuntaba a suceder en Barcelona. Mientras, Rafa, detrás de la desconfianza innata que le ha llevado a lo más alto y le honra por el respeto a cualquier rival, celebra haberse desprendido de dos huesos en el Godó sin siquiera tener que jugar contra ellos.