Mundial 2018: Las dudas de los favoritos y la revolución de los pequeños
Solo una de las seis grandes favoritas venció en su primer partido lo que convierte a este Mundial en uno de los campeonatos más igualados que se recuerdan.
Está siendo un Mundial 2018 atípico. Llevamos tan solo cuatro días de competición en Rusia pero ha sido suficiente para ver un punto en común entre los diferentes grupos y equipos que ya han salido a escena. Posiblemente, los seis grandes favoritos para esta cita ya han disputado sus partidos. Son los casos de Alemania, Argentina, Brasil, España, Francia y Portugal. De ellas, tan solo el conjunto galo venció, y no sin sudar tinta ¿australiana?
En este arranque del campeonato ha dejado claro que prácticamente ninguna selección, al menos de clase media, se ha desplazado hasta Rusia para pasearse. Parece que las diferencias entre las selecciones se han reducido un par de octavas y la competencia y exigencia de cada una de ellas es mayor, dando pie a las sorpresas, las dudas y, sobre todo, al espectáculo.
De los 11 partidos que se han disputado hasta la fecha, tan sólo en dos de ellos se dieron un triunfo por una diferencia de dos o más goles. Son los casos del Rusia – Arabia Saudí (5-0) y el Croacia – Nigeria (2-0). El resto, victorias por la mínima distancia o empates. Todos los encuentros han sido muy disputados y casi siempre el rival que va cayendo ha acabado embotellando al contrario en su área. Nadie domina, es un Mundial sin dueño.
Los primeros en toparse con la realidad fueron España y Portugal. La Roja partía con una leve ventaja en las casas de apuestas, pese a que en frente tenía al campeón de Europa. En el campo se vio la superioridad española pero nadie contó con el factor Cristiano Ronaldo, que decidió el devenir del partido. Igualdad, por uno u otro elemento, pero mucha igualdad.
Francia fue la siguiente en la jornada del sábado. Australia, uno de los rivales a los que se le presupone débil, provocó un fuerte dolor de cabeza a los franceses, que tuvieron que tirar del VAR para llevarse el encuentro. La tecnología ya funciona y resuelve lo que otrora hubiera causado polémica y conspiración. Francia no destacó, incluso ni dominó apenas unos tramos del partido.
Argentina se topó con la sorpresa unas horas más tarde. La novel Islandia, llena de vikingos con hambre, destapó las vergüenzas de otra gran favorita con un Leo Messi que no decide –erró un penalti incluso–. Otra gran sorpresa, otra gran selección que fallaba a las primeras de cambio.
Máximos favoritos, en cuarentena
En la jornada de ayer disputaban sus partidos las que, posiblemente, son las máximas candidatas al título: Brasil y Alemania. Quizá el mayor tropiezo fue el del conjunto teutón. Errática y con una falta de personalidad elevada al extremo, de manera completamente inversa a su rival, México que con Hirving Lozano pasó por encima a la última campeona del mundo (0-1).
Brasil quiso dejar claro que sería dueña de este Mundial 2018 de Rusia. Lo demostró entre titubeos durante 20 minutos ante Suiza, lo que tardó Coutinho en meter miedo con un trallazo incuestionable que era el 1-0. La confianza carioca pasó factura, los suizos empataron y aguantaron el resultado resolviendo la enésima sorpresa (1-1).
Este Mundial 2018 está exento de líderes, de dueños, en uno de los arranques de mayor igualdad que se recuerda. Fútbol en estado puro sobre terreno ruso para satisfacción del espectador neutral. Y esto no ha hecho nada más que empezar.