Mundial 2018: Francia almuerza en el VAR (2-1)
El VAR indicó el penalti sobre Griezmann y el ojo de halcón dio el segundo de Pogba
Umtiti cometió un penalti inexplicable con el que Leckie empató a uno
Muy poco necesitó Francia para imponer su pegada a una buena Australia. El conjunto galo venció por 2-1 en un partido en el que la tecnología decidió. El VAR dio el penalti del primero y el ojo de halcón el segundo para una Francia que había despertado mucha expectación y que no dejó grandes sensaciones en su estreno. Los australianos, lejos de amedrentarse, fueron un digno rival al que sólo Griezmann -que transformó la pena máxima provocada por él- y Pogba consiguieron doblegar en dos jugadas aisladas.
Llamada a pelear hasta el final, los hombres de Didier Deschamps iniciaban su andadura hacia su segunda estrella en Rusia. Los socceroos volvían a medirse a una grande en su cuarta cita mundialista consecutiva, soñando con igualar los octavos alcanzados en 2006. Solidarios como nadie, acudiendo de forma constante a las ayudas, y bien ordenados, el cuadro oceánico supo contener sin complejos a los potentes Griezmann, Mbappé y compañía.
Pese a que Francia salió en tromba. Querían dejar su victoria encarrilada en los primeros minutos, pero las ocasiones de sus dos grandes estrellas y otra de Pogba no vieron puerta y a punto estuvieron de pagarlo, en el bote de una falta al área que no pudo despejar bien Tolisso y que estuvo muy cerca de batir a Lloris.
La posesión era de los franceses, lógicamente. Llevaban el ritmo y el peso del partido, pero eso no parecía importar a los canguros, bien replegados y con un buen Sainsbury que se hizo grande en defensa. Al descanso se llegó, pero no antes sin un susto para los galos, pues Leckie la pegó desde el pico del área tras un rechace que se marchó por encima del arco del meta del Tottenham.
El VAR decidió tras el descanso
La segunda mita trajo consigo un estreno esperado: el del VAR. Francia proponía muy poco, pero en una de las pocas apariciones de Pogba en el partido mandó un buen balón en profundidad para Griezmann, que fue derribado en el área por Ridson cuando se plantaba sólo ante Ryan. El colegiado del partido, el uruguayo Andrés Cunha, no lo consideró de primeras, pero segundos después, tras consultar el videoarbitraje, marcó una pena máxima que el propio jugador del Atlético transformó.
Parecía que el partido se allanaba para los galos, que gozaron de otra oportunidad en una internada de Mbappé, pero Umtiti -al más puro estilo Maradona- se encargaba de cometer una inexplicable mano en su área. Jedinak igualaba de nuevo la contienda. Cuatro minutos le había durado la alegría a los franceses.
A por el partido sin Griezmann
Australia se veía cada vez más cómoda. Los de las antípodas se hicieron con el control absoluto del balón y Deschamps se vio obligado a mover el banquillo. El técnico dio entrada a dos hombres de ataque: Giroud y Fekir. Lo sorprendente fue que en su lugar quitó a Dembelé… ¡y a Griezmann! En un principio no se comprendió el cambio de su estrella. Sin embargo, surtió efecto.
En una clara búsqueda de fijar a los centrales y favorecer la llegada de los hombres de segunda línea, además de liberar a Mbappé, el entrenador de les bleus se iba a por el partido. Y así llegó el segundo de Francia. Pogba tuvo desde entonces más presencia y, en una buena combinación con el punta del Chelsea, batió por alto al ex guardameta valencianista. Pero no fue ni mucho menos un gol cantado. El balón pegó en el larguero y al colegiado tuvo que chivarle el ojo de halcón que el balón había rebasado por completo la línea.
Poco más tuvo el encuentro desde entonces. Los franceses se inician con victoria en este Mundial 2018 a costa de una buena Australia, que dada la imagen mostrada, no será un rival fácil para Dinamarca y Perú -que a priori se disputarán la clasificación-. La pegada de Francia funcionó.