El motivo por el que España no tiene invitaciones para el Masters 1.000 de Madrid
Ningún tenista español ha recibido una invitación para el torneo madrileño
La propiedad del Mutua es el motivo por el que las 'wild cards' han caído en tenistas extranjeros

La metrópoli madrileña se convierte desde el 21 de abril hasta el 4 de mayo en la capital mundial del tenis. Dos semanas en las que los mejores tenistas masculinos y femeninos se batirán en el Masters 1.000 de Madrid. Cuando uno pasea estos días por la capital, sus calles anuncian el desembarco de las mejores raquetas del mundo en la capital española. «Sube tus pulsaciones», rezan las marquesinas de los autobuses, acompañadas de imágenes de Carlos Alcaraz y Paula Badosa.
Inaugurarán la arcilla de La Caja Mágica los implicados en la Qualy entre los que no figura ningún español. El guion se repite año tras año. La llegada del Mutua Madrid Open trae consigo la polémica de las wild cards. Ya se han repartido y todas ellas han caído en manos de jugadores que no son españoles, mientras que en las dos ediciones anteriores, al menos Martín Landaluce recibió ambas invitaciones.
Los agraciados este curso han sido Luca Van Assche, Moise Kouame, Darwin Blanch, Diego Dedura-Palomero y Manas Dhamne. Una coyuntura que llama la atención por la escasa apuesta del gran torneo español por el talento local. Una situación que contrasta, por citar un ejemplo, con el Masters 1.000 de Roma, donde la plenitud de las invitaciones del año pasado recayeron íntegramente en tenistas italianos. Jóvenes talentos, jugadores que regresan de lesión o viejos rockeros.
El reparto de las wild cards se realiza de manera discrecional en los torneos, es decir, cada organización hace lo que considera conveniente. Claro que, siguiendo con el ejemplo menciona, la propiedad del Masters 1.000 de Roma es la Federación Italiana de Tenis, cuya intención es potenciar el talento local, Mientras que el Masters 1.000 de Madrid toma otro camino. Esto es así por el condominio del torneo.
El Mutua pertenece a la empresa IMG que se dedica a la gestión y explotación de derechos e imagen de tenista. Y la multinacional hace valer su condición para fomentar jugadores de su red, como el mencionado Darwin Blanch, que repite invitación como en la edición pasada. Esta situación viene de lejos. Cabe recordar que en 2022, varios tenistas españoles, compartieron su decepción por el desamparo a los jugadores nacionales.
El problema del Masters 1.000 de Madrid viene de años
El comunicado fue compartido en redes por Fernando Verdasco, Carlos Taberner, Bernabé Zapata, Pablo Andújar, Roberto Carballés, Nuria Parrizas y Aliona Bolsova, entre otros, y calificaron de «sorprendente, a la vez que muy frustrante, que el mayor evento de tenis en España muestre un apoyo tan pequeño (o nulo) a los tenistas españoles en las invitaciones otorgadas, especialmente en los cuadros principales».
«No entendemos que a la empresa promotora y a los dueños del torneo les hayan parecido razonables los criterios para dar estas invitaciones. Comprendemos que algunas de ellas las den a su propia discreción, pero no que en todas ellas primen sus intereses comerciales y saliéndose totalmente de la trayectoria seguida en años anteriores. Tenemos muchísimos tenistas que se han quedado a las puertas de poder participar y que han sido ignorados en sus peticiones para recibir una invitación», añadieron.
La propia Paula Badosa, aquel momento número 3 del ranking, se sumó al comunicado. «Muy triste de ver cosas así para el tenis español. Cuándo encima hay muchísimo potencial… Yo hace un año entre al torneo por un WC y hice de los mejores torneos de mi carrera. Un torneo que nunca olvidaré gracias a un WC. Es una oportunidad enorme para todos, y es una pena que el único torneo que tenemos de un nivel así, pase esto… Tenemos que dar oportunidades a nuestros tenistas para seguir creciendo…», compartió en sus redes sociales. Quejas que todavía no han calado.