El Barcelona se reengancha a la Liga de rebote

El Barcelona se mantiene vivo en la Liga tras salir triunfal del Vicente Calderón. La fortuna se alió con unos culés que no merecieron los tres puntos ante un Atlético que fue netamente superior y que si no puntuó fue porque no acertó de cara a la portería de Ter Stegen. Los visitantes se mostraron mucho más certeros tras dos goles de rechace de Rafinha y Messi. 

Tras unos minutos de tanteo, con alguna posesión larga del Barça, el Atlético se lanzó a morder a los culés en la presión alta y empezó a encontrar réditos. El equipo rojiblanco arrinconó a los visitantes con sucesivas ocasiones que Ter Stegen y un gran Umtiti fueron desbaratando para impotencia de un Griezmann que estuvo imperial.

El francés tuvo la más clara en el minuto 25 con un zapatazo desde la frontal que sacó espectacular a mano cambiada el guardameta culé. El plan de poner tres centrales y cuatro interiores no cuajaba porque los azulgrana eran incapaces de tener el balón más de 10 toques seguidos.

Sin embargo, con la media hora cumplida, un gol anulado a Luis Suárez -cometió falta clara sobre el meta Oblak– metió el miedo en el cuerpo de los de Simeone echándoles hacía atrás en su presión. El Barcelona se estiró y empezó a conectar con un Messi eléctrico, pero bien parado por el reaparecido Jan Oblak. El esloveno no se dejó sorprender por una de las faltas magistrales que lanza el argentino esta temporada y se quedó en su poste para desbaratar la más clara de los azulgrana.

Al descanso, las tablas eran más que justas en un partido tan intenso como trabado. Nada más comenzar el segundo acto, Luis Suárez se encontró mano a mano con Oblak tras un gran pase de Messi, pero el campo estaba tan seco que el balón se le quedó atrás y su remate fue tan inocente como el de un benjamín.

El Atlético respondió con otro mano a mano. En esta ocasión, Griezmann remató desde una posición más escorada, pero igual de peligrosa que el uruguayo. Ter Stegen aguantó de pie la acción para frustración completa de todo el Calderón.

La eficacia culé al rebote

El encuentro parecía abocado a terminar con el marcador inicial con tantas ocasiones marradas. Sin embargo, en la oportunidad más insospechada, llegó el gol inicial de los visitantes y con un protagonista igual de inesperado: Rafinha Alcantara. Un remate de Neymar y otro de Suárez fueron repelidos por la defensa colchonera llegando el rechace del tiro del segundo a las botas del brasileño, que abría el marcador con la puntera.

Pero el fútbol fue justo con un Atlético que, a los puntos, no merecía perder y en la siguiente que tuvieron fue Godín el encargado de peinar una falta lanzada de forma magistral por Koke. El uruguayo se anticipó a los centrales culés para desviar mínimamente un balón que parecía destinado a atajar Ter Stegen.

Y cuando el partido había bajado sus decibelios por los cambios y por el conformismo de ambos conjuntos con el marcador apareció Leo Messi para solucionar nuevamente la papeleta. Los culés volvieron a jugar con los rechaces a favor –como en el primer gol– para anotar su tanto número 27 contra los Atléticos. El disparo inicial del argentino fue repelido por la bota de Vrsaljko y el rechace fue cazado por el 10 para poner la puntilla a los locales en el minuto 87.

El fútbol fue cruel con Simeone y su planteamiento. Atacaron con todo a un Barcelona que jugó muy poco al fútbol en el Calderón. Luis Enrique salva su supervivencia –y ya van dos– en otra competición a costa de un Atlético que tiene en los azulgrana a su particular criptonita esta temporada. Los culés siguen en crisis, sin jugar a nada, pero se han encontrado con que la pegada también gana partidos. El fútbol de toque ya ha pasado a los libros de historia.