Merlier se lleva en Dunkerque un sprint sin Philipsen que se retira tras una fuerte caída
Tim Merlier se lleva un accidentado sprint en Dunkerque en la 'foto finish', por delante de Jonathan Milan
Philipsen abandonó la carrera al sufrir una carrera en un sprint intermedio
Van der Poel se impone a Pogacar en Boulogne-sur-Mer y es nuevo líder del Tour de Francia


Tim Merlier se lleva el triunfo al sprint en Dunkerque, en la tercera etapa del Tour de Francia. El belga se impuso a Jonathan Milan en la foto finish, en una llegada de lo más accidentada y en la que no estaba Jasper Philipsen, que tuvo que retirarse por una caída. Los hombres de Lidl lanzaron a Milan, al que se le hizo muy largo el sprint, viéndose superado por el belga por muy muy poco.
La tercera etapa del Tour de Francia 2025 discurría entre Valenciennes y Dunkerke. El recorrido, plenamente llano, de 178 kilómetros era propicio para la llegada masiva al sprint. Y ahí aparecía Philipsen y el Alpecin como máximos favoritos. El belga buscaba su segundo triunfo en esta edición de la ronda gala, mientras que su equipo podía mantener el pleno de victorias, tras ganar Van der Poel la segunda etapa.
Sin embargo, Philipsen sufrió una caída a media etapa. En un sprint intermedio, el belga tuvo la mala suerte de irse al suelo, tras chocar con Bryan Coquard. El francés salvó la caída tras un toque al intentar ganar hueco para el sprint moviéndose hacia su izquierda y se metió en la trayectoria del líder de la regularidad. La caída fue muy aparatosa y el belga no pudo continuar. Se retiró de la carrera.
Fue lo más destacado de una etapa sin excesivos sobresaltos, donde los equipos que se jugaban el triunfo de etapa controlaron sin excesivos problemas la carrera. Salvo un momento donde Tim Wellens probó suerte sin ningún tipo de éxito, la etapa se encaminó a que los velocistas del pelotón se jugaran todo en una llegada masiva en meta. Sin Philipsen, ganaban enteros para la victoria Jonathan Milan, Tim Merlier, Biniam Girmay y, también, otro Alpecin, Kaden Groves.
Después de dos días con dominio claro de los Alpecin, vencedores con Philipsen y Van der Poel, llegaba el turno de que otro equipo se hiciera con el triunfo. En la primera, la del sábado, con salida y llegada en Lille, era el belga quien ganaba prácticamente sin oposición, por delante de un Girmay al que supo cerrar y sin mucha más competencia por culpa de los abanicos. En Boulogne-sur-Mer fue Van der Poel quien exhibió su poderío ante Pogacar y Vingegaard.
De esta forma, Alpecin se consolidaba como el equipo más fuerte en los días de entreguerras, cuando los hombres de la general no toman el peso de la carrera. Y en Dunkerque apuntaban a volverse a imponer, aunque ya con Milan o Merlier sumándose a esa nómina de candidatos. Pero la caída de Philipsen les dejaba en cuadro. Precisamente, el que la provocó, Coquard, se fue también al suelo en un accidentado final, en el que hubo dos montoneras. La primera de ellas fue provocada por Groenewegen, cuando intentaba abrirse paso en el pelotón. La segunda, en la curva previa a la meta, con ciclistas volando por encima de otros.
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