Luis Suárez retrata a Koeman
Los 11 goles de Luis Suárez, claves en el liderato del Atlético de Madrid, retratan a Ronald Koeman y su decisión de no contar con él en el Barça
Prácticamente a la misma hora, se jugaba en la noche del jueves dos partidos. El Cornellá-Barça de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, a las 21:00 horas, y el Eibar-Atlético en Ipurúa, de la decimonovena jornada de la Liga Santander, media hora más tarde. Ese día, con el rumbo de ambos partidos, se terminó de forjar otra lección más que deja retratado a día de hoy a Ronald Koeman. La exhibición goleadora de Luis Suárez y su papel determinante en el rumbo de los colchoneros hacia el título liguero y el déficit de puntería de los culés que casi hace les hace caer en Copa.
Los dos goles de Luis Suárez en Ipurúa le dieron al vuelta al marcador al sorpresivo y psicológico tanto de Dmitrovic desde el punto de penalti que puso las cosas de cara al Éibar al cuarto de hora. Pero ahí estaba Suárez para resolver la pelota colchonera para hacer más líder si cabe al Atlético de Madrid. El uruguayo, a sus 33 años, sigue siendo el rey del gol en la Liga Santander y está dejando a las claras porque apostaron los madrileños por él.
Al borde del descanso, en una presión que arrancó Marcos Llorente, el charrúa acabó haciéndose fuerte con su cuerpo y ganando el espacio y la pelota para golpear con zurda y batir a Dmitrovic con un disparo a un par de metros que significaba el 1-1. Tuvieron opciones ambos equipos de hacer el segundo durante todo el segundo tiempo pero volvería a aparecer el pistolero.
De una pelota al área, Suárez se bate en carrera con Arbilla, éste suelta la pierna y el uruguayo, con una fuerte dosis de interpretación, cae al suelo y el colegiado pita penalti. No hubo dudas tampoco del VAR por el contacto. Hay otros lanzadores en el Atlético, sin ir más lejos Saúl, Joao Félix o incluso Carrasco, pero el delantero había provocado el penalti y él había decidido ya ser el héroe de la contienda.
Paradójicamente en la noche más negra de los penaltis en la historia del Barça, donde un portero, José Ramón, lograba parar dos penas máxima en un mismo partido a los culés, Luis Suárez daba una clase magistral de cómo se debe tirar un lanzamiento desde los once metros. Tanto corporalmente como en ejecución, el uruguayo esperó lo justo para que Dmitrovic se tirara y él pudiera transformar el penalti con una leve toque picadito a lo Panenka.
Los dos goles de Suárez, además, supusieron un buen número de récords y hazañas tanto para el delantero como para el Atlético y su racha triunfal en las últimas jornadas. El tanto a lo panenka de Suárez significaba su undécima tanto esta temporada con los colchoneros, pichichi actualmente del campeonato liguero junto con Leo Messi (11). Sus 11 goles también le permiten colarse en el ranking de arietes más rápidos de la historia rojiblanca. En sus primeros 14 partidos, solo Baltazar (17) y Vieri (14) hicieron más goles con el Atlético, Hasselbaink hizo los mismos en la 99/00.
El Atlético de Madrid además enlaza 13 victorias en sus últimos 14 partidos. Una racha que solo fue capaz de empañar el Real Madrid en el Derbi. Es la primera vez en la historia de los colchoneros que suman 13 victorias en 14 partidos consecutivos en Primera. Además, solo los goles de Suárez han dado al Atleti nada más y nada menos que nueve puntos en lo que va de temporada, el jugador que más de la Liga Santander junto a Gerard Moreno (Villarreal) y En-Nesyri (Sevilla), con los que comparte méritos.
Los números de Suárez en lo que va de curso hablan por sí solos y dejan muy en evidencia la decisión que tomó en sus primeras semanas como entrenador Ronald Koeman. Telefonear al charrúa fue una de las primeras tareas del técnico cuando firmó por el Barça. Le comunicó que no contaba con él para sorpresa de todos, tanto aficionados como jugadores. Fue uno de los grandes traumas para Leo Messi, al que noqueó y empujó a tomar la decisión de abandonar el club. Por las formas, sobre todo.
Suárez acabaría firmando por el Atlético de Madrid tras el intento fallido de firmar por la Juventus. El Barcelona casi regaló al jugador a los colchoneros, que solo efectuaron una compensación y se hicieron cargo de la ficha del futbolista, más que elevada en aquel contexto para los culés. El club culé y Koeman se desprendían de uno de los máximos goleadores de la historia de la entidad.
Su edad fue uno de los motivos de la patada y es precisamente el tiempo el que está demostrando que a Luis Suárez le quedaba aún mucha gasolina y, sobre todo, gol, mucho gol. Resalta más aún con la tremenda falta que está encontrando en estos primeros meses al frente del banquillo Koeman, que se quedó sin el refuerzo de un delantero y tiene a Braithwaite como única alternativa ofensiva, con Ansu Fati lesionado, al tridente que forman Griezmann, Messi y Dembélé. El gol del argentino (11) es lo único que ha frenado una sangría de puntería que se ha vuelto a reproducir estas últimas semanas en Can Barça.