Luis Rubiales, un presidente con la misma edad que Buffon
Es el nuevo presidente de la Federación y tiene la misma edad que Buffon. Luis Manuel Rubiales Béjar (Las Palmas de Gran Canaria, 1977) cambió el césped por los despachos nada más dejar el fútbol, pero además de corbata sigue con las botas puestas. Quizá porque un futbolista, igual que un torero, siempre se siente futbolista. A él le toca llevar a la RFEF al siglo XXI, así que tiene mucho trabajo por delante.
Luis Rubiales nació en Las Palmas, pero pasó los primeros años de su vida en Motril. El pequeño Luis no tenía ni un año cuando se rompió las dos piernas y el médico fue rotundo, agorero y equivocado: «Jamás podrá jugar al fútbol». Al rondar los cuatro años, Rubiales soñaba con jugar al fútbol y su padre se saltó el consejo del médico y le compró las botas. Fue una sabia decisión.
Luis Rubiales debutó en Tercera división a los 14 años en el equipo de su pueblo, el Motril. No tenía derecho a percha ni a silla en el vestuario. Como era el benjamín del equipo le tocaba sacar los balones y limpiar las botas de los veteranos. Pero un día marcó dos goles y se ganó su derecho a tener percha y silla.
Una larga carrera en el fútbol
Jugaría después en el filial del Mallorca y en clubes como Lleida, Xerez y Levante, en el que capitaneó a su plantilla en la huelga que hizo en 2008 por impagos antes de cerrar su carrera en el Alicante y el Hamilton escocés.
El primer salario de Luis Rubiales en el fútbol fue una prima por victoria de 1.500 pesetas. En el fútbol ha conocido de todo: desde el amargo sabor de la derrota en el campo del Maracena y al de la victoria en el Bernabéu.
El fútbol ha sido la principal ocupación casi vocacional de Luis Rubiales, pero tuvo tiempo de estudiar, con mención especial en la selectividad. Estudió Enfermería y acabó Derecho.
El salto a la AFE
Cuando aún le quedaban dos años de contrato con el Hamilton Academical escocés, decidió saltar a los despachos. En marzo de 2010 se convirtió en presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y se erigió en la voz de protesta contra los impagos hasta convocar una huelga que retrasó el comienzo de la temporada 2012-2013, saldada con un acuerdo para abonar los 50 millones de euros de deuda que afectaba a unos 200 jugadores.
A su llegada a AFE, la asociación contaba con 5.000 afiliados y 2,5 millones de euros de presupuesto y se marchó con más de 9.000 afiliados y 16 millones de euros.
La moción de censura
Luis Rubiales tuvo clara su intención de optar a la presidencia de la RFEF tras la suspensión temporal del cargo de Villar por parte del CSD y cuando cumplió el tiempo preciso para promover una moción de censura, lo hizo el 20 de noviembre con 57 avales y un documento notarial que le acreditaba el aval de 88 miembros de los 139 que forman la Asamblea.
La moción no se llegó a votar por la posterior destitución de Villar como presidente, pero tras la convocatoria de elecciones entregó más de 30 y volvió a decir que tenía más de 87.
«Cambio, conocimiento, experiencia, fuerza, humildad, profesionalización, transparencia, respeto, ilusión o conciliación”, fueron parte de los términos empleados por Rubiales cuando presentó su candidatura y dijo que mucha gente del fútbol le había pedido que lo hiciera.
Su intención es “dar un salto de calidad” en la Federación para que en los próximos años esté “a la cabeza de Europa”, con un proyecto que “piensa en los ingresos a través del negocio, pero sin olvidar al aficionado”, al que considera fundamental para afianzar “los valores del deporte”.
Pese a las diferencias de criterio con el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y las afirmaciones de éste de que “no está preparado ni capacitado para ser el presidente”, Rubiales se ha mostrado “abierto a reconducir las relaciones” pues considera que “hay que olvidar” lo que los separa para “llegar a acuerdos”.