Julen acabó hundido y el Camp Nou le cantó «¡Lopetegui, Selección!»
Julen Lopetegui vivió el Clásico siempre abatido y acabó hundido: la goleada en el Camp Nou le sentencia
Julen Lopetegui firmó su finiquito en el Clásico. En el que seguramente, a falta de confirmación oficial, será el último partido del técnico vasco en el Real Madrid, el ex seleccionador nacional se llevó la derrota más dolorosa de su carrera y el equipo blanco se hundió en otra goleada en el Camp Nou (5-1).
Con gritos de burla de «¡Lopetegui, Selección!» por parte del Camp Nou, Julen se despidió del Real Madrid. Lo hizo con una abultada y vergonzante goleada que terminará con su etapa en el equipo blanco. Fue un 5-1 aplastante que hunde al Madrid, que se va a siete puntos en Liga.
Julen Lopetegui sufrió durante todo el encuentro y su semblante, serio en todo momento, demostró el actual estado del Real Madrid. No hubo ningún momento en el que el todavía técnico del club blanco hiciera algún gesto de aprobación u optimismo.
Lopetegui comenzó el partido en el Camp Nou serio y así lo continuó. Con cara de preocupación al inicio, el vendaval culé de la primera parte dejó a un entrenador cabizbajo y sin apenas reacción. Julen arrancó el Clásico con gesto sobrio al inicio del duelo, fue en el minuto 5 cuando por primera vez salió a dar órdenes, sin que estas tuvieran muchos efectos.
Solo en una ocasión de la primera mitad se vio a Lopetegui con signo positivo y fue en una jugada sin apenas relevancia en el encuentro. Aún con 0-0, en el minuto 8, el Real Madrid logró sacar un balón jugado en defensa, haciéndolo además de forma brillante, y Lopetegui aplaudió. Sería la única vez. Después vendrían los dos goles del Barcelona.
Abatido ante los goles del Barcelona
En el primero, Julen fue dibujando la jugada con su mirada. La entrada de Jordi Alba por banda fue clamorosa y el gol estaba cantado. Lopetegui reaccionó con las manos en los bolsillos, de pie sin moverse: ningún gesto y ninguna orden. Una sensación de cabreo anterior que no se le pasó. Los minutos posteriores a este 1-0 fueron en los que más activo estuvo el entrenador vasco, desgañitándose en la banda e impotente ante los fallos de sus jugadores a la hora de sacar el balón desde atrás.
Lopetegui alcanzó el momento de más cabreo cuando Sánchez Martínez se apoyó del videoarbitraje para pitar penalti de Varane a Luis Suárez. Con cara de circunstancia en el momento en el que se hizo el penalti, Julen fue a presionar al árbitro cuando se dirigió a ver las imágenes de televisión. El cuarto árbitro tuvo que echarle la bronca. Tras señalar el penalti, Lopetegui se fue a su banquillo abatido. Desde allí vio el hundimiento de su equipo.
Ya en la segunda parte, solo se inmutó Lopetegui con el gol del Real Madrid (era el 2-1) y en el palo de Modric que pudo ser el empate. En esos minutos buenos de su equipo, el primer cuarto de hora de la segunda parte, a Julen se le vio más activo, presionando más a su equipo y animando en banda. Eso se acabó rápido, porque aunque el Madrid estuvo ahí muy vivo (y muy bien), el partido acabó yendo por otro lado.
A Lopetegui solo le quedó aceptar el hundimiento y repitió el mismo gesto en el tercer y cuarto gol del Barcelona, con señales de desesperación y utilizando su mano al aire en síntoma de cabreo. Un 5-1 aplastante, doloroso y abultado que terminará con casi toda seguridad con la etapa de Lopetegui en el Real Madrid.
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