Jorge Vilda podría ser inhabilitado durante un año y medio por el beso de Rubiales a Jenni Hermoso
La Fiscalía pide un año y medio de cárcel para Jorge Vilda por coacciones y su inhabilitación como entrenador durante la condena
Revela presiones sobre la familia de Jenni Hermoso para que se manifestara públicamente sobre el beso de Rubiales
Jorge Vilda podría ser inhabilitado durante un año y medio para «el ejercicio de profesión relacionada con el ámbito deportivo». El actual seleccionador femenino de Marruecos está imputado por un presunto delito de coacciones a la familia de Jenni Hermoso después del beso que Luis Rubiales le propinó a la jugadora en la recogida de medallas del Mundial del pasado verano. La Fiscalía solicita para él una pena de prisión por el mismo periodo de tiempo y una orden de alejamiento de 200 metros a la delantera y la prohibición de comunicarse con ella.
Esto supondría que el ex seleccionador no podría continuar con su cargo actual en Marruecos, donde dirige a la selección femenina, con la que busca la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024. Todo, siempre que la Audiencia Nacional acceda a la petición de la Fiscalía en el caso Rubiales y la sentencia sea firme.
Desde que fuera cesado como seleccionador español, después de la consecución del título mundial, Vilda fue contratado para dirigir a Marruecos. El entrenador, que ya había tenido varios conflictos con el vestuario antes de viajar a Australia y Nueva Zelanda, fue despedido después de la dimisión de Rubiales. Algo que se correspondía con la alineación por parte de la directiva de la RFEF con las jugadoras, que mostraron su negativa a seguir siendo convocadas mientras que el entonces presidente siguiera en el cargo y no se realizaran cambios sustanciales, entre los que se incluía el del técnico.
A pesar de diversos episodios con el grupo, que llevaron a que 15 jugadoras se declararan en rebeldía en septiembre de 2022 y se negaran a jugar más con España, Vilda aguantó hasta el Mundial celebrado el pasado verano, que culminó con la victoria de la selección el pasado 20 de agosto. Pero lo que sucedió en la recogida de medallas, donde Rubiales le propinó el beso a Jenni Hermoso y su presunta actitud colaborativa después con el ex presidente de la RFEF, fueron la gota que colmó el vaso y que derivó en el plante de todo el vestuario a seguir asistiendo a las concentraciones.
Fue entonces cuando Vilda fue cesado de su cargo de seleccionador, a pesar de que días antes Rubiales le había prometido una renovación por cuatro años más, a razón de medio millón de euros de sueldo anuales. Tras ello, fue imputado por un presunto delito de coacciones a la familia de Jenni Hermoso, para solicitarles que convencieran a la jugadora para frenar el escándalo del beso. En el escrito, la Fiscalía da por probado que «advirtió» que si la delantera «no accedía a participar en el vídeo, tendría consecuencias negativas para ella».
Jorge Vilda podría ser inhabilitado
El escrito revela las supuestas coacciones por las que Joge Vilda figura en calidad de investigado: «Se acercó en varias ocasiones a los asientos donde viajaban los familiares de la jugadora hasta que consiguió hablar con Rafael Hermoso Fuentes, hermano de Jennifer, y tras intentar ganarse su confianza alabando las virtudes deportivas de la jugadora, con el único fin de que Rafael convenciera a su hermana para que realizara la manifestación pública pretendida por los acusados».
Por este presunto delito, se solicita una pena de año y medio de cárcel para él, que conllevaría también a la prohibición de presentarse a unas elecciones y a la inhabilitación para ejercer en el ámbito deportivo durante la condena. Además, la Fiscalía también pide «la prohibición de comunicarse con Jennifer Hermoso Fuentes, así como también la prohibición de acercarse a la misma o mantenerse en sus proximidades en un radio de 200 metros durante 3 años y 6 meses».