Joao Félix es un bicho

El Atlético de Madrid se impuso 2-1 a la Juventus en el último partido de la pretemporada. Los rojiblancos se llevaron la victoria de Estocolmo gracias a los dos golazos de Joao Félix, que le ganó el duelo particular a Cristiano Ronaldo. Sami Khedira fue el autor del tanto de la Vecchia Signora.

Último partido de la pretemporada colchonera…y de la International Champions Cup. El Atlético, que comenzó el torneo veraniego en Estados Unidos lo concluía en Estocolmo ante la Juventus, su verdugo en la última edición de la Champions League. Como ante el Real Madrid, era un amistoso, pero había ganas. Y para ello, sobre el campo, todas las estrellas. En la Juventus no faltaron en el once inicial de Sarri los Cristiano, De Ligt, Alex Sandro, Douglas Costa, Rabiot y…bueno, Higuaín.

El Cholo Simeone puso el once que se espera que arranque la Liga frente al Getafe. Obviamente, Oblak estaba en portería, mientras que la línea de cuatro zagueros era para Trippier, Giménez, Savic y Lodi. Llorente y Saúl formaban el mediocentro y Koke y Joao Félix, abiertos a bandas. Arriba, Morata y Lemar como segundo punta. Diego Costa empezaba en el banquillo ya que en el primer choque liguero todavía tiene que cumplir el partido que le queda de sanción.

Estocolmo era el escenario de un duelo de altos vuelos. Joao Félix contra Cristiano Ronaldo. JF7 vs CR7. El futuro y el presente de Portugal. Los focos estaban puestos en ellos. Al de la Juve le aplaudían; del del Atlético poco habrían escuchado los suecos. Pues en 55′ -los que jugó- se presentó, encandiló y levantó de sus asientos fabricados en Ikea a todos los asistentes al choque. Dos golazos del ex del Benfica, por cero del veterano delantero, que jugó 70′.

Dénsela a Joao Félix

Los rojiblancos comenzaron bien, apretando fuerte arriba, pero todo parecía un espejismo. El partido empezó a parecerse al de la vuelta de la Champions donde los transalpinos remontaron la eliminatoria. Los de Simeone no lograban conectar pases y la Juventus rondaba la portería de Oblak. Tanto, que para contar los córners a su favor a los 20 minutos se necesitaban las dos manos. Por suerte para el Atlético, los intentos de Cristiano Ronaldo se iban tan a las nubes que seguro que algún balón habría llegado hasta Islandia.

Chiellini fue el que metió en más apuros a Oblak en uno de sus córners. No creo que a estas alturas de la vida haga falta hablar de la mano providencial que metió el guardameta esloveno para salvar a los suyos. Minutos después le toco al Atlético, que rozó el primer gol, pero Alex Sandro sacó bajo palos el disparo de Koke. A partir de ese momento los del Cholo se empezaron a sentir más cómodos. Comodísimos. Y es que en la siguiente jugada, centro medido de Trippier, Joao Félix se adelanta a De Sciglio, y el balón, al fondo de la portería.

Los errores del pasado salieron a relucir. El Atlético se metió atrás y la Juventus no tardó en igualar la contienda. Khedira, con un disparo desde la frontal del área, batió a un Oblak que, tal vez, hubiera podido hacer algo más. Otra vez la igualada en el marcador, pero el empate no le gustaba a Joao Félix. Y si a él no le agradaba, no hay quien se interponga en su camino. Para poner el 2-1 necesitó ganarle la espalda a De Ligt, además de una asistencia de Lemar que firmaría el propio Tom Brady. El luso se lanza en plancha…y Szczesny, a recoger otro balón del fondo de la red.

El Atlético sabe resistir

Con el 2-1 favorable a los madrileños se fueron al intermedio. A la vuelta, Thomas entraba por un Marcos Llorente que firmó un primer acto con varios errores a la hora de dar pases, pero fino cuando tenía que robar balones. La Juventus volvió a sacar su histórico orgullo y fue desde primer momento a empatar el encuentro. Lo pudieron hacer Douglas Costa -que hizo un gran partido- e Higuaín, pero uno se topó con el palo y el otro cruzó en exceso su disparo.

Minuto 55 y el Cholo hacía prácticamente todos los cambios. Entraron los Herrera, Felipe, Hermoso, Correa y compañía, y la Juventus haría lo mismo instantes después. Entre medias, un trallazo de Rabiot que se estrelló en el poste. Dybala puso a prueba a Oblak, que era el único de los titulares que continuaba en el verde. El argentino fue incapaz de superar al esloveno, que además era el portador del brazalete de capitán. Riquelme hizo lo propio en la otra portería, pero ahí había otro que sabe de esto: Gianluigi Buffon.

Los últimos minutos transcurrieron con la zaga del Atlético repeliendo balones y tratando de llevar a cabo algún contragolpe que les permitiese cerrar el partido, pero ese tanto nunca llegaría. Tampoco el de la Vecchia Signora, por lo que los del Cholo Simeone se llevaron la victoria por 2-1 en un partido que bien podría ser la final de la próxima edición de la Champions League.