La historia se repite: Piqué enseña la manita al Camp Nou
Gerard Piqué, como hiciera en el 5-0 de 2010, celebró la goleada del Barcelona en el Clásico enseñando la mano al Camp Nou
Crónica: Lopetegui, despido procedente
La historia se repitió. Ocho años después, el Barcelona volvió a marcar cinco goles al Real Madrid en el gran Clásico del fútbol español. La diferencia estuvo en que esta vez los blancos marcaron un gol, pero la sensación es exactamente la misma que aquél 5-0 de 2010.
El Barça goleó este domingo al Real Madrid (5-1) en uno de los partidos más dolorosos del equipo blanco en los últimos años y que refleja la actual situación del conjunto madrileño, que vuelve a perder en Liga (es la tercera derrota de los últimos cuatro partidos) y donde se queda a siete puntos del liderato, que tiene el Barcelona.
Y en esta fiesta culé volvió a irrumpir Gerard Piqué. El futbolista catalán, que estaba pasando por uno de los peores momentos de su carrera con varios fallos que costaron puntos a su equipo, se desquitó este domingo al volverse a eregirse como representante del barcelonismo en el césped. Sin destacar en el partido (ni bien ni mal, no tuvo trabajo), Piqué dejó otra vez la imagen que tanto le gusta.
Con el quinto gol del Barcelona, que marcó Arturo Vidal en el minuto 87, el central culé volvió a celebrarlo con el público como lo hiciera en 2010. Sacó la mano abierta, enseñando sus cinco dedos y se la brindó al Camp Nou. Esa imagen icónica que pasó en el 5-0 de la Liga 2010/11 tiene ahora heredera. Piqué, que sabe siempre controlar todos los aspectos mediáticos, volvió a festejar la ‘manita’ culé dejando esa instantánea que muchos recordarán.
Además, tras el 2-0 en la primera parte, Gerard Piqué ya vio que el partido podría acabar en goleada y se sumó a la fiesta, adelantando su posición y yendo varias veces al ataque, buscando un gol para pasar así él a la historia como goleador en la victoria culé, algo que ya hizo con éxito en el 2-6 de 2009 en el Bernabéu y que repitió en otras ocasiones.
Especialmente activo estuvo Piqué en los últimos minutos de partido, con 4-1 y ya con el 5-1 final, cuando se convirtió en un delantero más para buscar un gol que finalmente no llegó. Pero la imagen la tuvo: sacó la mano y festejó así con el Camp Nou otra goleada del Barcelona en el Clásico.