Hamilton contra la maldición de Hungría
Michael Schumacher fue el último que ganó en Hungría y se hizo con el mundial
Hamilton aventaja a Vettel en 24 puntos
Puede que el Mercedes no sea esta temporada el mejor monoplaza de la parrilla de Fórmula 1, pero lo cierto es que el mundial parece bastante bien encarado para Lewis Hamilton. Ganar en Hungría le ha otorgado una ventaja de 24 puntos sobre su más inmediato perseguidor, Sebastian Vettel. Pero ojo, porque este triunfo le enfrenta a una racha histórica negativa que deberá romper si quiere su quinta corona. Ningún piloto ha logrado ser campeón del mundo de F1 el mismo año que se ha impuesto en Hungaroring desde la temporada 2004. El último en conseguir este peculiar doblete fue Michael Schumacher el año de su séptimo título.
El propio Lewis Hamilton ya ha probado en varias ocasiones la maldición húngara. Concretamente en cuatro. La primera de ellas fue en 2007. Aquella fue la famosa carrera en la que Alonso fue sancionado por entorpecer deliberadamente en los boxes a su entonces compañero durante la jornada de clasificación. Con el asturiano penalizado, Lewis pudo ganar cómodamente, dejándose el mundial en China y Brasil tras cometer varios errores de bulto.
Hamilton volvió a ganar en Hungría en 2009, una temporada en la que el McLaren no era contendiente al título. Fue el año de BrawnGP y Jenson Button. Repitió triunfo Lewis en 2012 con un monoplaza mucho más competitivo, que sin embargo sucumbió ante Sebastian Vettel y su Red Bull. Lo mismo sucedió un año después en el que supuso el primer triunfo dela estrella británica al volante de Mercedes. La última victoria de Lewis Hamilton en Hungría antes del de ayer fue en 2016, cuando batió por menos de dos segundos de margen a Nico Rosberg, siendo el alemán el que se llevase el gato al agua a final de temporada.
Como Hamilton, son unos cuantos pilotos en los últimos 14 años los que han ganado en Hungría sin haber llegado a celebrar ese mismo año el premio gordo. Sí, puede que sea una estadística que no indique más que una simple casualidad, pero conociendo lo supersticiosos que son los pilotos no nos extrañaría que el bueno de Lewis esté algo intranquilo… o motivado para cambiar la historia.