Haaland somete al PSG y hace soñar al Dortmund
Erling Haaland se convirtió en la gran estrella del encuentro de ida de octavos de final de la Champions League entre el Borussia Dortmund y el PSG. El delantero noruego debutó en Champions con su nuevo equipo logrando un doblete clave para que los alemanes se adelanten (2-1) en la eliminatoria.
Con Jadon Sancho como principal protagonista de los locales y Neymar y Mbappé demasiado solos en el bando visitante, Borussia y PSG jugaron durante muchos minutos con el aburrimiento para aplazar la decisión de quién se clasificará para los cuartos de final de la Champions League en un encuentro diametralmente opuesto a lo esperado en el Signal Iduna Park. La precaución de dos de los equipos más poderosos en ataque del continente se tradujo a tiempo en una vorágine de extraordinario fútbol en la que emergió la figura de uno de los grandes protagonistas de la Champions, un Erling Haaland que golpeó por dos veces para neutralizar el gol de Neymar y poner por delante al Borussia en una eliminatoria aún con mucho por decidir en la vuelta del Parque de los Príncipes.
Tuchel regresaba a Dortmund con un equipo candidato a todo como el PSG y una alineación más prudente de la esperada, con Mbappé y Neymar –cómo no– entre los elegidos, pero sin Mauro Icardi, que dejaba paso a un centrocampista de más que elaboraba un 4-3-3 más compensado y con Di María y Neymar como delanteros y no ejerciendo de centrocampistas. Enfrente, Lucien Favre optaba por tres centrales y dos carrileros largos en una maniobra de precaución ante el potencial del PSG, pero sin olvidar a sus dos joyas atacantes, Sancho y el debutante –con el Dortmund– Haaland, pura dinamita en el cuadro amarillo.
Lejos de un bombardeo continuo hacia ambas porterías, Burki y Keylor Navas vivieron considerablemente tranquilos en una primera mitad en la que el tico tuvo que responder con sobriedad a un disparo malintencionado de Achraf. El marroquí, propiedad del Real Madrid, fue el escudero de la principal estrella del encuentro en los primeros 45 minutos, un Jadon Sancho que se las ingenió para dejar los detalles suficientes para considerar al Borussia ganador moral de una mitad sin goles que dejaba lo mejor para la segunda parte.
Los minutos pasaban también tras la reanudación sin noticias del espectáculo, al menos en el grado prometido. Aún con las mejores naves sobre el terreno de juego, Neymar se mostraba demasiado solo mientras Mbappé no podía auxiliar con sus desmarques al ’10’ del PSG. Por parte borusser, Sancho se tomaba un descanso a la espera del despertar de la bestia, que se iba a producir en el momento justo.
Erling Braut Håland, noruego de 19 años y 194 centímetros de altura demostraba, con 25 minutos por jugarse, que su capacidad de imantar los rebotes en la Champions sigue activa tras su trasvase del Salzburg al Borussia Dortmund. Un rechace le condecoró como el más rápido y atento para poner el 1-0 y abrir la veda al disfrute del aficionado medio en el partido.
Haaland golpea dos veces
La seguridad defensiva del Dortmund, hasta entonces digna de mención, iba a ponerse en duda por primera vez gracias a una internada de la otra gran perla de presente y futuro, un Kylian Mbappé que iba a resquebrajar la zaga alemana para asistir a Neymar, quien libre de marca se aprovechaba para marcar un gol que ponía las tablas y dejaba las cosas como estaban minutos antes. Cómo si Haaland no hubiera llegado al partido
Pasado el primer envite, el ariete noruego no estaba dispuesto a aceptar un empate como resultado ante su público. Haaland agarró el balón camino de la frontal y optó por no esperar a llegar al área para fusilar a Keylor Navas y poner el balón en la escuadra, imposible por fuerza y colocación para el guardameta del PSG. El delirio llegaba a las gradas del Signal Iduna Park de forma inevitable, a la vez que el 2-1 se incorporaba al marcador con justicia y con el sello de uno de los mejores delanteros del mundo.
El PSG se había recuperado del primer golpe, pero el gol de Neymar permitía cierta prudencia a la hora de lanzarse a por el empate. La derrota, por la mínima y con un tanto en la buchaca, permitía una prudencia que estuvo cerca de quebrar Achraf con un disparo, demasiado cruzado, que de entrar habría metido en un buen lío a Neymar, Mbappé y compañía, quienes deberán remar para remontar una eliminatoria que el gigante Haaland ha puesto cuesta arriba.