La Guardia Civil busca rastro de los pagos de Negreira a los árbitros en casas de envío de dinero
Los agentes de la unidad de la Guardia Civil que investigan los pagos del FC Barcelona al ex vicepresidente de los árbitros españoles José María Enríquez Negreira continúan buscando el rastro del dinero que el directivo del Comité Técnico de Árbitros sacaba de los cajeros automáticos. Extractos de menos de 3.000 euros para no ser detectados por Hacienda. Uno de los frentes de la investigación se centra en las casas de envíos de dinero, negocios que permiten realizar traspasos entre particulares y que suelen utilizarse para enviar o recibir dinero, especialmente del extranjero. Se buscan rastros de operaciones que pudieron realizar Negreira o sus familiares entre 2001 y 2018, años en los que percibió bajo mano unos 7 millones de euros procedentes del club catalán.
La Guardia Civil recopila esta información tras cursar una petición a 9 empresas internacionales dedicadas a este tipo de negocios. Se trata, según ha podido constatar OKDIARIO en el informe que elaboran para la investigación, de las firmas Ria Payment, Western Union, Change Center, Small World Financial, Moneygram, Money Express Transfer, Monty Global Payments, Moneytrans World y Titanes Telecomunicaciones.
La peculiaridad de estos servicios se basa en la simplicidad de los envíos y recibos de dinero, ya que no hace falta que medie un banco o una cuenta corriente en la transferencia. A cambio de una comisión, una persona puede enviar dinero a cualquier otra a través de grandes redes mundiales de oficinas distribuidas por todos los continentes. Es, por ello, una técnica muy recurrente entre comunidades de inmigrantes y, en los últimos tiempos, entre ciberestafadores.
Por la simplicidad del método y por la discreción que aporta a quienes intercambian dinero, la Guardia Civil sospecha que Negreira, su hijo o alguien de su entorno pudo recurrir a estos servicios para enviar a terceras personas gran parte de las remesas de dinero extraídas de los cajeros automáticos.
Se da la circunstancia, además, de que estos servicios tienen una cantidad límite diaria, un máximo de dinero transferido por cliente cada 24 horas. Y ese límite es de 3.000 euros, precisamente la cantidad límite también que marcan las extracciones en cajeros para pasar bajo el radar de la Agencia Tributaria sin despertar sospechas.
Sin embargo, pese a todos los beneficios que aporta esta técnica a quienes requieran de discreción para sus movimientos económicos, cada operación queda marcada por un Número de Control de Envío de Dinero (MTCN). Y ese número queda vinculado a un emisor y a un receptor, identificados a la fuerza con nombre y apellidos. La lista de esas posibles operaciones y el nombre de los receptores es un nuevo filón para la investigación, que sigue sin dar explicación del paradero de los casi 7 millones de euros que ingresaron los Negreira y que no dejaron ni rastro en el patrimonio familiar.
Soborno
Por otra parte, el juez del caso Negreira, Joaquín Aguirre, imputará la próxima semana al FC Barcelona el delito de soborno, según ha podido saber OKDIARIO. Este nuevo delito se suma a los de administración desleal, corrupción en los negocios en su modalidad deportiva y falsedad documental por los que ya está siendo investigado el club azulgrana tras girar facturas injustificadas, por valor de 7,5 millones de euros, al que fuera número 2 del Comité Técnico Arbitral (CTA) José María Enríquez Negreira.
En un auto, con fecha de 25 de agosto, por el cual el magistrado rechazaba la petición del FC Barcelona para expulsar al Real Madrid de la causa, el juez adelanta que «sólo cabe añadir que en otro auto que se dictará próximamente se explicará que existe otra opción jurídico-penal para calificar la conducta del FC Barcelona, por haber pagado al investigado José María Enríquez Negreira la cantidad aproximada de siete millones de euros durante unos 18 años. De tal modo que las alegaciones realizadas por la defensa del FC Barcelona a propósito del criterio jurisprudencial acerca de la persona perjudicada en el delito del artículo 286 bis del Código Penal podrían haber caído en saco roto».