Geraint Thomas sale como rey de los Alpes; desfallecimiento de Nairo en Alpe D’Huez
Geraint Thomas sigue poniendo en duda si Chris Froome es el patrón en el Sky. El lugarteniente del tetracampeón del Tour volvió a desafiar a su jefe venciendo en la mítica cima de Alpe D’Huez aprovechando una llegada en grupo con otros favoritos como Dumoulin, Landa o Bardet. La otra cara de la moneda la protagonizó un Nairo Quintana que casi perdió un minuto y que se aleja todavía más del triunfo.
La última etapa de los Alpes estuvo a la altura de las expectativas con una escapada de salida con Alejandro Valverde y diversos ilustres escaladores. Entre ellos se encontraba un Steven Kruijswijk que protagonizó una de las hazañas del Tour subiendo Croix de Fer a toda pastilla e iniciando el descenso con seis minutos de ventaja sobre el pelotón.
Esa circunstancia no inmutó a un Sky que siguió con su plan preestablecido sabiendo que el esfuerzo pasaría factura a la larga al valiente holandés. El conjunto inglés impuso un ritmo infernal con el jovencísimo Egan Bernal, de apenas 21 años, llevando firme a unos favoritos que hoy sí lo intentaron.
Nibali abrió fuego con un ataque no fructificó, luego seguiría otro de Nairo –que al kilómetro pagaría el esfuerzo y se quedaría del grupo– y luego otro a dúo de Landa y Bardet que finalmente acabó con Bernal. Thomas, el líder de la carrera, ni se sonrojó por tirar para Froome. A la hora de la verdad, el guion preestablecido del Sky se cumplió con el tetracampeón lanzando un terrible ataque a tres kilómetros alcanzando a Kruijswijk.
Froome, sin embargo, no iba con todo el fuelle que se espera. Dumoulin marcó un ritmo al que se pegó un Geraint Thomas incansable, mientras que Vincenzo Nibali era derribado por una moto ante la aglomeración de público en la subida a Alpe D’Huez. El italiano, bravo como él sólo, no se rindió y minimizó las pérdidas en 13 segundos con el grupo de favoritos, a la espera de que los jueces puedan darle el mismo tiempo que al resto de los capos.
Por delante, la fortaleza de Dumoulin hizo a Froome pensárselo dos veces antes de volver a atacar compactando un grupo de cinco favoritos entre los que reaparecía un Mikel Landa que es el nuevo líder del Movistar. Thomas entró mejor colocado que nadie en la curva final y se llevó un triunfo que incrementa en 14 segundos su ventaja sobre su teórico líder. El Tour está que arde.