Gasol y Navarro abren la puerta al EuroBasket de 2017
Cuando parece que el final era inevitable, los dos jugadores con más talento de la historia de España no se van a retirar así como así. «Ginobili se fue y regresó a la selección argentina con 39 años. Si yo voy a Tokio lo haré con 40. Veremos a ver que pasa, iré decidiendo año a año», explica Pau Gasol tras su dolorosa derrota ante Estados Unidos.
«Siento que esta vez eran más ganables que nunca, pero nosotros cometimos más errores que en los otros partidos. Para ganar a Estados Unidos hay que hacer un partido muy completo, minimizando errores, no concediendo tantos rebotes. Es una pena», resume el ‘4’ español, al que no le consuela haberse convertido en el máximo anotador de la historia de nuestro país contra los americanos. «Es que ha estado muy cerca. Detalles puntuales», añade.
Al lado de Pau, la decepción de Juan Carlos Navarro también era importante. «Teníamos que haber sido más listos. Hemos tenido muchos despistes en el rebote y esto se paga. Irnos sin medalla sería muy jodido, así que lo que quiero es que el equipo descanse y que vayamos a por esa medalla de bronce», explicó el capitán de la selección, que terminará este torneo con 237 partidos con España, a dos del récord de Epi.
Navarro tiene entre ceja y ceja esa marca. Quiere batir al que fuese su ídolo de juventud y vislumbra que la única manera de hacerlo es intentar mantener un año más en la élite. En estos Juegos, su aportación liderando la segundo unidad fue muy provechosa para el equipo en los partidos contra Nigeria y Francia. «Yo ahora mismo en lo único que pienso es en conseguir esa medalla», afirma un Navarro que no sopesa la opción de Tokio 2020, al igual que Felipe Reyes.
«El único que podría llegar y con mucha suerte de no tener una grave lesión por el camino es Gasol. Al resto no le quedan opciones porque sus cuerpos están muy castigados y no tienen el poderío físico de él», confirma uno de los técnicos de la selección.
La maldición de Australia
España, como queda patente tras las declaraciones de sus protagonistas quiere el bronce, y el rival es más que propicio. Australia sufrió una paliza de grandes dimensiones ante Serbia y acude al partido bastante desmoralizada. Los oceánicos están malditos con el podio olímpico de baloncesto. Tanto en 1996 como en 2000 perdieron el partido por la medalla de bronce. Esperemos que a la tercera no vaya la vencida. «Subir a un podio olímpico es lo más grande que he vivido en mi carrera. Por eso hay que pelearlo», zanja Sergio Rodríguez.