Vettel se hace con la pole; Honda supera a McLaren y Fernando Alonso
El cielo artificial de Bahréin iluminó el sendero hacia la gloria para Sebastian Vettel. Una pole que, como las mil y una luces que rodean Sakhir, no eran sino un engaño visual: Lewis Hamilton le había encendido la luz. Su sanción de cinco posiciones por una sustitución de la caja de cambios fue el farol que iba a guiar a Ferrari toda la clasificación. A Fernando Alonso le quedaba aquel mundo muy lejano… y la suerte, tan esquiva en su carrera, no iba a sonreírle.
Max Verstappen se unió a la causa italiana con un trompo inusual en la Q1. Un error innecesario en las manos de un holandés que anda errante en el inicio de la temporada: bandera roja y fuera para el resto de la sesión. Carlos Sainz y Fernando Alonso se encontraban con una de esas circunstancias necesarias en el preludio competitivo de sus monoplazas. A buen hambre no hay pan duro.
Pero iba a tener que sudar, quizá en exceso. Mientras Carlos Sainz cruzaba holgado el límite de la Q2, Fernando Alonso coincidía en milésima con Grosjean. Entraba en el segundo round por haber pasado antes por meta. Fracaso evitado. Allí se quedó el francés con resto de ‘apestados’: Ericsson, Sirotkin, Leclerc, Stroll.
Honda supera a McLaren y Fernando Alonso
Los primeros giros en la Q2 dibujaron una realidad pasada, ese vicio que tanto recordó a la inutilidad de Honda. McLaren sufría como un primer día de gimnasio mientras que Toro Rosso y el motor nipón encontraban músculo en un bíceps acostumbrado a ser raquítico. Renault y Carlos Sainz sorprendían con un nivel de competición inesperado: iban a estar en Q3.
Fernando Alonso exprimió todo el zumo de una mecánica ineficiente en Sakhir. El tiempo fue más que discreto, a tres décimas del tiempo de corte marcado por Esteban Ocon: posición trece. La situación fue la de un bajón tras un concierto: la emoción provocada en Australia se diluía en cuestión de segundos. Alonso no estaba del todo preocupado. Lo fía todo a un posible milagro en carrera. En su manos, ya saben, todo es posible.
Los titulares esbozarían la derrota de McLaren frente a su pasado, Honda. Pierre Gasly se ‘coló’ inesperadamente en la Q3 y Hartley se colocaba por delante de ambos MCL33. Aquello parecía una escena de Friends o La que se avecina: sólo valía para la comedia. Y en las alturas, salvo que Mercedes se guardara algo, todo apuntaba a la pole de Vettel… y mucho más.
Porque fue pleno para Ferrari: primera fila. Show italiano… y sin ser necesaria la sanción a Lewis Hamilton que fue cuarto en pista. Mercedes se diluyó en una noche donde bailó mejor que nadie Vettel. No se lo puso fácil Raikkonen… pero se impusieron los galones del tetracampeón que se lo agradecia por radio a su equipo: «Grande maquina». La leyenda dormida de Ferrari renace… y Mercedes tiembla.