Caso Negreira

La Federación se querella contra Albert Soler por prevaricación por omisión en el ‘caso Negreira’

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Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

La Federación Española de Fútbol solicitará a la juez del caso Negreira, Silvia López Mejía, que impute al ex número 2 del Consejo Superior de Deportes, Albert Soler, también por un delito de prevaricación por omisión del deber de perseguir delitos. OKDIARIO ha podido saber que los letrados de la RFEF presentarán una ampliación de la querella ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona contra el que fuese directivo del Barcelona por ser sospechoso de tapar el mayor escándalo de la historia del arbitraje español.

Albert Soler es uno de los cuatro directivos que ha sido llamado a declarar ante la Fiscalía por el caso Negreira. Entre 2014 y 2021 ejerció como alto representante del club culé disfrutando de cargos como máximo representante de relaciones institucionales o como director general de deportes profesionales. El directivo entró como número 2 del CSD el pasado 5 de mayo del 2021 sabiendo que estaba abierta una investigación contra el Barcelona por los pagos arbitrales.

«No sé si Albert Soler lo sabía o no, yo lo desconocía totalmente. Pero cuando sale el caso, el señor Soler no estaba ya en el CSD», dijo José Manuel Franco, presidente del CSD, sobre un asunto que tiene a su ex mano derecha en el foco. El directivo catalán permaneció año y medio en el Consejo Superior de Deportes siendo uno de los principales impulsores de la nueva Ley del Deporte, donde también se sospecha de su papel.

El hecho que denuncia la Federación es que Soler no cumplió con su deber de perseguir el delito y poner en conocimiento de su jefe y las autoridades los acontecimientos que estaban ocurriendo en torno al Barcelona. Así las cosas, el funcionario permitió que se extinguiese la posibilidad de una sanción por la vía deportiva, puesto que los delitos graves prescriben a los tres años. El último pago del Barcelona a Negreira data del 5 de junio de 2018 y Soler ya estaba dentro de la estructura del CSD cuando podrían haber actuado contra el club para el que trabajó durante siete años.

Así las cosas, la única forma en la que el Barcelona puede ser castigado por sus actos es por la vía penal en España dejando sin ningún tipo de poder a una Federación que se siente perjudicada por este comportamiento. Por este motivo, ampliarán la querella ya presentada por la Fiscalía contra un Albert Soler al que le imputan un delito de prevaricación por omisión en el caso Negreira por su silencio cuando estuvo en el CSD. Este último organismo también podría tomar cartas en el asunto al ser una parte perjudicada en el proceso.

La puerta giratoria

En su año y medio de andadura en el CSD hasta su dimisión el 10 de enero de este 2023, Soler fue uno de los protagonistas en la nueva Ley del Deporte aprobada en diciembre de 2022. La Liga de Javier Tebas contrató los servicios del lobby Acento Public Affairs para que defendiese sus enmiendas en el texto legislativo.

Todo parecía muy normal hasta que Soler –después de irse del CSD por «motivos personales»– fichó a los pocos días por ese mismo lobby consiguiendo ampliar el acuerdo de Acento Public Affairs con la Liga. En el anuncio, el ex dirigente del Barça tendría encomendada la misión de dirigir una nueva división de deporte y entretenimiento con la organización de Javier Tebas como principal cliente.

Tanto la Federación como el CSD no dudan de que Soler trabajó de facto para los intereses de la Liga en los trámites de enmiendas de la Ley del Deporte disfrazándolo como la opinión gubernamental a ojos del resto. Especialmente beligerante se mostró intentando ayudar a que el acuerdo con CVC –que está denunciado por Real Madrid, Barcelona y Athletic– fuese validado en este nuevo texto.

Tras la explosión del caso Negreira y ver todo el foco sobre su persona, la dirección de Acento Public Affairs decidió relegarle de su nuevo puesto para permitir que se centre en su defensa legal en este asunto. Ahora Albert Soler sabe que podrá enfrentarse a un nuevo delito que se suma a los denunciados por la Fiscalía –estos son corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad en documento mercantil– después de que la Federación ampliar la querella. La Liga, curiosamente afectada también por la inacción de Soler, se ha puesto de perfil.

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