Las buganvillas son complicadas, pero hay un truco muy sencillo: aplícalo todo el año y explotará de flores
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Las buganvillas tienen fama de ser resistentes y adaptables, pero en la práctica no siempre lo parecen. Muchas veces, su comportamiento confunde: florecen a destiempo, pierden flores de forma repentina o simplemente no dan señales de desarrollo. Aunque se trata de una especie perenne, su floración depende de ciertos cuidados concretos.
Uno de los errores más comunes en el cultivo de la buganvilla es asumir que prosperará sin intervención, como los cactus. Pero esta colorida planta, que puede llenar de vida cualquier espacio, tanto en la primavera hasta bien entrado el otoño, necesita algo más que sol y agua.
¿Cuál es el truco que hay que aplicar todo el año para que las buganvillas rebosen de flores?
El truco consiste en podarlas adecuadamente. Y aunque leerlo parece simple, ejecutarlo no lo es. Las buganvillas florecen en los tallos nuevos, y este hecho es determinante para entender por qué podarlas no es opcional. El exceso de cuidado, lejos de beneficiarlas, puede perjudicar su desarrollo.
A menudo, es preferible una mínima intervención bien ejecutada que una atención constante sin conocimiento. Dicho esto, hay que comprender que:
- La poda estimula el crecimiento de nuevos brotes.
- Las brácteas, responsables del colorido, aparecen en las ramas jóvenes.
- Un corte adecuado favorece la forma y previene el debilitamiento de la planta.
Una poda correcta debe hacerse de forma estratégica. Si se realiza sin planificación, puede interrumpir el ciclo natural de floración y debilitar los tallos principales.
Cuándo podar las buganvillas
El momento más adecuado para podar las buganvillas es al final del invierno, cuando el riesgo de heladas ha disminuido y la planta aún no ha iniciado su actividad vegetativa. Podar demasiado pronto puede exponer la planta al frío; hacerlo demasiado tarde, limitar su capacidad de regeneración.
Estas son recomendaciones para la poda principal:
- Finales de febrero o principios de marzo.
- Evitar días de heladas o temperaturas muy bajas.
- Asegurarse de que no hay crecimiento activo.
Para la poda ligera en primavera y verano, se aconseja:
- Recorte suave tras cada floración.
- Estimula nuevas floraciones continuadas.
- Permite controlar el tamaño sin dañar la estructura.
Y en otoño:
- Sólo se recomienda una poda leve.
- Eliminar brotes débiles o tallos nuevos sin vigor.
- No hacer cortes drásticos para evitar pérdida de savia antes del invierno.
Cómo realizar la poda de las buganvillas correctamente
Antes de comenzar, es necesario contar con el equipo adecuado. Las buganvillas presentan espinas en los tallos, por lo que los guantes de jardinería gruesos son imprescindibles. También conviene usar gafas protectoras si la planta tiene un porte considerable.
Para repasar, estas son las herramientas necesarias:
- Tijeras de poda bien afiladas y desinfectadas.
- Guantes resistentes.
- Tutor, en caso de querer guiar el crecimiento.
A continuación, el paso a paso para podar esta planta con eficacia:
- Observación previa: evaluar la forma general de la buganvilla permite determinar qué ramas conviene cortar. También ayuda a evitar cortes innecesarios en tallos que podrían florecer.
- Eliminar ramas muertas o secas: este paso es esencial antes de cualquier otro. Permite que los nutrientes se redirijan hacia las partes sanas.
- Corte por encima de las yemas: siempre hay que podar justo por encima de una yema o punto de crecimiento. De este modo se favorece una regeneración rápida.
- Poda estructural en caso de descontrol: si la planta ha crecido sin control, se pueden cortar ramas enteras desde su base o desde el punto de unión con el tallo principal.
Todo depende de cómo la quieras: ¿Trepadora o con forma de árbol?
La poda no sólo influye en la floración, también permite definir la forma que queremos para nuestra buganvilla.
Si se cultiva como trepadora, hay que:
- Eliminar ramas secas.
- Retirar ramas inferiores si se desea limpiar la base.
- Colocar tutores para guiar su crecimiento vertical u horizontal.
Para darle forma de árbol se debe:
- Podar a media altura para promover brotes bajos.
- Cortar tallos inferiores a medida que aparecen.
- Usar un tutor central para sostener el crecimiento vertical.
- Recortar ligeramente las puntas para estimular densidad.
Cuidados post-poda para una buganvilla saludable
Una vez realizada la poda, es fundamental aplicar ciertos cuidados para asegurar que la planta se recupere y florezca con fuerza.
- Riego adecuado: después de la poda, la buganvilla necesita un riego profundo pero sin encharcamientos. Esto permite que los nutrientes lleguen bien a las raíces y favorezcan el desarrollo de nuevos brotes. Es vital que el sustrato tenga buen drenaje, ya sea en suelo o en maceta.
- Abonado específico: durante la primavera y el otoño, es recomendable aplicar abonos de liberación lenta. Estos aportan nutrientes sin saturar la planta y ayudan a mantener una floración estable y prolongada.