Este fue el menú de la cena de la madre de Lamine Yamal por el que se pagaron 330 euros
Los asistentes a la cena de la madre de Lamine Yamal pagaron entre 100 y 330 euros por asistir y se fueron con hambre
El menú fue escaso y simple, alejado del precio que marcaba el desembolso de los comensales
Así bailaba la conga la madre de Lamine Yamal en la cena que organizó en Londres a 330 € el cubierto

La cena de Navidad que se ofreció en Londres con la madre de Lamine Yamal como principal reclamo fue de lo más ligera. Los asistentes pagaron hasta 330 euros por el cubierto por un menú simple, que dejó con hambre a la mayoría de los asistentes. Dos platos que podríamos catalogarlos como minimalistas si no fuera porque estaban totalmente alejados de la alta cocina y un postre que no justificaba, bajo ningún concepto, lo pagado por los comensales, puesto que la entrada más barata costaba 100 euros.
Había tres tipos de entradas para la supuesta cena de Navidad, en la que no había ningún motivo navideño adornando. Se trataba de un salón simple, frío, con un escenario, un proyector y un total de 11 mesas a su alrededor. En el centro, una larga en la que se sentaron los que abonaron la entrada VIP, de 330 euros y que era la más próxima a la mesa en la que se encontraba Sheila Ebana –madre de Lamine Yamal–, la organizadora de la velada y Benjamín Zarandona, ex jugador del Betis.
El precio de la entrada básica era de unos 100 euros –89 libras esterlinas– que incluía lo mismo que las otras dos, el Silver Ticket y el VIP Ticket. La única diferencia era, teóricamente, todo lo externo al menú como tal. Es decir, el poder conocer a la madre de Lamine Yamal. Sin embargo, no se cumplió. Todo aquel que quiso pudo fotografiarse con la madre del jugador, aunque en un principio estaba reservado sólo para los VIP, mientras que los que abonaron la entrada intermedia –de 170 euros– se harían una foto grupal.
Un menú simple y escaso
El motivo del elevado precio residía en que, en un primer lugar, la velada se iba a celebrar en un hotel de cinco estrellas. Se trasladó la sede de la cena a uno de menor categoría, el Leonardo Royal Hotel, también en Londres, pero el precio no varió. Todas incluían un cóctel al inicio y el menú de tres platos a elegir entre dos opciones.

Como se puede observar, se anuncia como Christmas in the City (Navidad en la ciudad), pero no había nada relacionado con ella ni en el menú, ni en la decoración de la sala. La Navidad estuvo totalmente ausente, prácticamente igual que la comida. El menú, a pesar de presentarse como si fuese algo parecido a la alta cocina, fue de lo más simple y escaso. Poca cantidad, que dejó a los asistentes hambrientos.



Uno de los menús constaba de pastel de eglefino –pescado típico de la gastronomía británica–, tortellini de espinacas y ricotta y una panna cotta de coco. El otro, que aquí les mostramos, no fue ni mucho menos contundente, aunque en teoría lo parecía. El primer plato se trataba de una ensalada de tomate, limitada a apenas unas finas rodajas y un poco de mozzarella por encima. El segundo plato era una pechuga de pollo asada acompañada de patata y zanahoria que, igualmente, se quedaba en nada. Sí que era más contundente el postre, un puding con salsa de caramelo.
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