El Espanyol recuerda a Dani Jarque el día en que cumpliría 37 años
Este 1 de enero de 2020, el que fuera capitán del Espanyol, Dani Jarque, debería haber cumplido 37 años, algo que el club ha querido recordar.

Poco después de felicitar 2020 a todas las pericas y pericos, el conjunto blanquiazul ha querido recordar al que fuera capitán. Dani Jarque, que este 1 de enero debería haber cumplido 37 años, falleció en 2009, a causa de una asistolia sufrida durante una concentración de pretemporada del Espanyol, a la edad de 26 años. «Hoy, hace 37 años, nació nuestro eterno capitán. Siempre en el recuerdo. ¡Siempre contigo, Dani!», ha escrito el equipo catalán en sus redes sociales.
Avui, fa 37 anys, va néixer el nostre etern capità. Sempre en el record. Sempre amb tu, Dani! 💙
Hoy, hace 37 años, nació nuestro eterno capitán. Siempre en el recuerdo. ¡Siempre contigo, Dani! 💙#Volem | #EspanyoldeBarcelona | #RCDE pic.twitter.com/VGaPY3yBW6
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) January 1, 2020
El homenaje del Espanyol a Dani Jarque en el décimo aniversario de su muerte
El Espanyol homenajeó a Dani Jarque el pasado 8 de agosto, el día en el que se cumplían 10 años de su fatídica muerte. En un acto celebrad en el RCDE Sradium, Moisés Hurtado, el que fuera compañero suyo en el cuadro perico, dedicó un emotivo discurso a Jarque.
«Recordar aquel día en que volvíamos de dar un paseo por la preciosa Florencia. Tú te habías quedado en la habitación, cansado. Extraño en ti. Recién llegado, recibo una llamada alarmante de Coro, desde la ciudad, sobre algo que no funciona en tu habitación», empezó diciendo.
Moisés Hurtado explicó cómo, al ver que Dani Jarque no le abría la puerta, bajó a recepción a por la llave: «Iba rápido a la habitación, pero no quería llegar… no sabía qué estaba pasando, pero no estaba preparado para abrir y encontrarme lo que nunca me tuve que encontrar».
El exfutbolista recordó también al que fuera médico del equipo, Miquel Cervera: «Se me quedaron clavadas sus palabras el día que nos dejaste, cuando, tratando de darle la vuelta a lo irremediable, te susurraba aquello de no me hagas esto Dani. Era más una petición que una orden».
«Nosotros no queríamos al eterno capitán, ni al central de ensueño que todos sabíamos que ibas a ser, simplemente queríamos seguir viéndote rabiar a la pocha cuando perdías, oírte cantar por el barrio (muy mal, por cierto), ir a pescar o, simplemente, tomarte algo tranquilo cuando acababan los partidos», añadía, emocionado, Moisés Hurtado.