Escándalo en las elecciones del golf madrileño: el censo ha sido cambiado tres veces y es fraudulento

golf madrid
El golf madrileño, salpicado por un escándalo en sus elecciones.

La Federación de Madrid de Golf vive un momento convulso. El actual presidente, Ignacio Guerras, acumula 16 años en el cargo y por primera vez se enfrenta a una candidatura –la encabezada por Jaime Anabitarte– que puede sacarle de su puesto. Las elecciones serán en las próximas semanas y por el momento existen serias dudas sobre si se van a poder celebrar en igualdad de condiciones y con limpieza.

Porque la sombra de un fraude electoral se encuentra más firme que nunca en las elecciones a la presidencia. Hasta en tres ocasiones se ha cambiado el censo electoral alterándose las condiciones iniciales establecidas para votar, después de que la candidatura que actualmente ostenta el poder calculase que podía perderlo todo.

La Federación publicó unas normas en marzo y tras la pandemia fueron modificadas de forma curiosa. Inicialmente se permitió votar a aquellos «deportistas, mayores de edad (18) para ser elegibles y no menores de dieciséis (16) para ser electores que posean licencia de la federación en vigor en el momento de la convocatoria de las elecciones y la hayan tenido durante el año o temporada deportiva anterior siempre que hayan participado en competiciones o actividades de carácter oficial y ámbito de la Comunidad de Madrid», según enuncia la norma 23-B.

Esas reglas hubiesen permitido votar a unas 20.000 personas, pero la presidencia se percató de que existía un riesgo de perder y tras la pandemia cambiaron de parecer, impulsando a todos los federados a votar. El 27 de junio se publica un nuevo Censo Provisional de los estamentos “No Natos” (Deportistas, Técnicos y Profesionales, Otros Colectivos y Árbitros), donde ya no se cumple con la citada norma eximiendo a los votantes de haber jugado un torneo en el último año. Así se amplió a 60.000 los posibles votantes por los 20.000 que podían anteriormente.

La cosa no quedó ahí, puesto que se realizó una tercera modificación por la que la Junta Electoral culpó a la Federación Española de Golf de este nuevo cambio. En esta ocasión, la nueva orden electoral permitiría votar a todos aquellos que se hubieran sacado el hándicap en el último año o en la temporada anterior. Su excusa fue el considerar esto como una actividad oficial y no la disputa de un torneo.

Las consecuencias de este hecho, sin precedentes, derivan en un sufragio masivo para las elecciones, incluyendo también a los 3.000 alumnos de la Escuela dependiente del organismo voten masivamente a favor del presidente Ignacio Guerras. Teniendo en cuenta que en las anteriores elecciones tuvieron un total 1.200 votos, contar con este punch de última hora quizá no sea la forma más higiénica de celebrar unos comicios.

En la candidatura de Jaime Anabitarte denunciaron esta irregularidad y la Junta Electoral -donde las tres personas que la integran pertenecen a la candidatura de Guerras- dijo que no iban a cambiar ni una coma, pese a la manifiesta irregularidad. Los nuevos candidatos recurrieron a la Comisión Jurídica del Deporte de la Comunidad de Madrid, organismo que todavía no ha respondido, mientras que proceso electoral sigue su curso.

No en vano, la Junta Electoral ha dado por válido definitivamente el censo sin esperar a la resolución de la Comisión Jurídica del Deporte de la Comunidad consiguiendo hacer unas elecciones a la carta para que el presidente Ignacio Guerras continúe en su cargo. El censo ha sido modificado en tres ocasiones y el cambio de criterio, desde luego, no ha obedecido a un proceso nada transparente.

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