Djokovic se deja 4 horas y un set para ganar al campeón del futuro en Australia
Novak Djokovic se estrena en el Open de Australia 2024 con una victoria sufrida (6-2, 6-7, 6-3, 6-4) ante el joven Dino Prizmic
Novak Djokovic ya tiene su primera victoria en el Open de Australia 2024, en el primer domingo de los tres con los que contará la competición de Grand Slam en este año 2024. La principal novedad era el adelanto del comienzo del torneo, y la organización decidió hacerlo con un clásico, como es la presencia y el triunfo del mejor jugador de la historia y diez veces campeón en Melbourne, aunque en esta ocasión de una manera diferente a lo previsto. Djokovic, que no pierde desde 2018 en la capital del Estado de Victoria, puso el turbo a tiempo ante la dificultad máxima en la que le puso el jovencísimo Dino Prizmic, del que se esperan grandes cosas en el futuro, y que demostró en un genial partido por qué.
La victoria de Djokovic, en cuatro sets (6-2, 6-7, 6-3, 6-4), se marchó hasta las cuatro horas exactas de encuentro, mucho más de lo que parecía estipulado, pero lanza igualmente al número uno del ranking ATP a la segunda ronda del Open de Australia tras un estreno triunfal que no por previsto deja de ser mencionable. Novak llegaba con alguna duda al comienzo del torneo, sobre todo en el plano físico, tras pasar por problemas en la muñeca en la United Cup, y se le notó algo corto de preparación, pero una vez superado el susto, será cada vez más peligroso para sus siguientes rivales.
El ‘adelanto’ del partido de Novak Djokovic a la sesión inaugural del Open de Australia 2024 hace que el tenista serbio tenga que esperar un día para conocer al que será su segundo rival en competición. Lo que sí conoce Nole, desde que se decidió el cuadro final de Melbourne, es que su segundo escollo, ya tangible tras superar a Prizmic en primera ronda, será australiano, ya que son el Wild Card, Marc Polmans, y el teórico favorito, Alexey Popyrin, los que el lunes se batirán el duelo con el potencial premio envenenado de medirse en segunda ronda al número uno del ranking ATP.
Aparecía en escena Novak Djokovic en el penúltimo turno de la pista central del Open de Australia, como cabeza de cartel del recién inaugurado primer domingo de torneo –antes empezaba en lunes–. La presencia del número uno del mundo y diez veces campeón garantizaba de por sí el espectáculo, pero en añadido, su rival sería Dino Prizmic, croata de 18 años debutante en Grand Slam, pero ya campeón de Roland Garros junior en 2023.
El juego de Prizmic no sorprendió a Djokovic de inicio, como se demostró con el 6-2 inicial con el que Novak parecía construir una victoria fácil para la primera ronda del Open de Australia. Nada más lejos de la realidad. El joven croata había pagado el peaje inicial de su debut en un grande, pero una vez apartados los nervios, su tenis, potente e inteligente, comenzó a forzar la maquinaria de Novak Djokovic, todavía no tan rodada como desearía el legendario jugador balcánico.
La rebelión del joven Prizmic
Tal fue el impacto de Prizmic, que una vez igualada la batalla tenística, pudo imponerse a todo un decacampeón en el Open de Australia en el plano mental. El segundo set se marchaba al bolsillo del joven croata, que conquistaba al publico, escribiendo el primer capítulo de una de las grandes historias vividas en los últimos años en un Grand Slam.
Dino-mite!
This is sensational from 18-year-old Dino Prizmic. @bondisands • #staycoolunderpressure • #bondisands#AusOpen • @wwos • @espn • @eurosport • @wowowtennis pic.twitter.com/OW7ZehzxsW
— #AusOpen (@AustralianOpen) January 14, 2024
Djokovic, aunque aún quedaba muchísimo, estaba contra las cuerdas, mostrando contrariedad con su tenis y con un físico algo tocado. Sin embargo, la resistencia de Nole es ya conocida por todos, y si no le matas en el momento justo… lo acabas pagando.
Djokovic siempre aparece… para ganar
El tercer set comenzó con break de Djokovic, pero Prizmic, espoleado por el alucinado público de la Rod Laver Arena, le dio la vuelta al marcador con dos breaks consecutivos que le ponían por delante en el luminoso. Las cuentas de la última derrota de Novak Djokovic en el Open de Australia –vs Hyeon Chung, octavos de final de 2018– comenzaban a tomar forma, pero con el best seller a medio escribir, sucedió lo que parecía lógico, y lo acabó siendo.
Novak salvó los muebles, haciendo aparecer, como en tantas otras ocasiones, su mejor versión justo a tiempo. En ese instante, Prizmic, quien comenzaba a estar justo en lo físico, se vio abandonado por la confianza que le había llevado en volandas hasta entonces, y con un puñado de extraordinarias sensaciones y un set en el bolsillo, se marchó sin mayor botín del Open de Australia.
La increíble muestra de este campeón del futuro se quedó en intangibles, y mientras Djokovic, ahora sí, con la máquina engrasada, superaba el susto con una exhibición con la que abrochó el tercer set por 6-3, y también el cuarto, este con más dificultades, y con Prizmic dando los últimos coletazos de una exhibición –siete pelotas de partido necesitó Nole– que se esperaba del campeón del presente y que fue del campeón del futuro, pese a la derrota final.