Vuelve James, el chico ’10’ de Rafa Benítez
Bajo esa cara de niño bueno, de los que se ponen jersey de pico, corbata y pantalón corto para ir al colegio de pago, James Rodríguez esconde un depredador silencioso y un futbolista descomunal. Sobre el césped conserva intacta su pinta de no haber roto un plato, pero la sonrisa picarona se dibuja en las comisuras de sus labios cada vez que sus pies escriben un verso con la pelota. Llegó al Real Madrid en una operación relámpago y muchos iluminados le bautizaron como “otro capricho de Florentino”. Costó caro (80 millones de euros), pero salió muy barato.
Un año de blanco le ha bastado a James para tapar las bocas de quienes cuestionaban su llegada y tener al Bernabéu rendido a sus botas. Tiene 24 años, un presente deslumbrante y un futuro donde sus propios límites están aún por descubrir. Hoy, después de 55 días de baja, el colombiano regresa a la convocatoria de Benítez para enfrentarse mañana al PSG.
Pero, ¿qué tiene James Rodríguez para haber conquistado el corazón de los madridistas? Estas son las diez virtudes que han convertido al colombiano en el nuevo ídolo del Bernabéu y en la piedra angular sobre la que Florentino Pérez planea construir el Real Madrid del futuro.
1) Disparo de media distancia
En un fútbol donde el toque se pondera sobre todas las cosas, incluso hasta el paroxismo de no terminar las jugadas, James Rodríguez tiene la extraña virtud de saber disparar a portería desde fuera del área. Goles como los de Riazor, Ciutat de Valencia o ante el Málaga en el Bernabéu la temporada pasada convierten al colombiano en el desatascador ideal para los partidos en los que los rivales cierran sus líneas en torno a la frontal del área para dejar sin espacios a la BBC (Bale-Benzema-Cristiano).
2) Potencia
Condenado a jugar lejos del área, el lugar donde hizo fama y fortuna en Oporto y Mónaco, por la innegociable BBC, James ha mostrado desde el primer día una camaleónica capacidad para adaptarse a cualquier zona del campo. Como centrocampista el colombiano ha demostrado una potencia y un despliegue físico desconocidos hasta entonces. Ancelotti le retrasó al mediocampo por necesidades del guión y descubrió un centrocampista de película.
3) Regate
Otra suerte del fútbol en peligro de extinción: el regate. En un juego cada vez más táctico y con los futbolistas convertidos en soldados obedientes, cada vez son menos los jugadores capaces de driblar a un contrario y generar superioridad para su equipo con la simple acción del regate. James es un tremendo ‘gambeteador’, que es capaz de eludir las emboscadas de los centrocampistas rivales quebrándoles la cintura a ritmo de cumbia.
4) Esfuerzo y sacrificio
Por encima de todo, James es un jugador de equipo. Cuando los gurús del fútbol de salón se preguntan por qué dos entrenadores tan distintos como Ancelotti y Rafa Benítez han preferido al colombiano por delante de Isco, quizá la respuesta está en cómo se comporta James cuando su equipo no tiene la pelota. También su versión obrera era desconocida para el gran público y eso fue lo que terminó de enamorar al Bernabéu: un ilusionista con la pelota que arrima el hombro cuando el equipo le necesita. Las estadísticas lo demuestran: segundo futbolista de la plantilla en recuperaciones de balón la temporada pasada (156 balones recuperados en 46 partidos oficiales) y también en distancia recorrida, con una media cercana a los 10 kilómetros por partido.
5) Llegada a gol
Desde su primer partido con el Madrid, James demostró una extraordinaria capacidad para llegar a las posiciones de remate, a pesar de jugar alejado del área. Esas llegadas por sorpresa del colombiano desde la segunda línea le han reportado al equipo blanco una considerable cantidad de goles y han servido también para liberar a la BBC del peso de la responsabilidad del gol. Sus 17 tantos de blanco en la temporada de su estreno en el Bernabéu, a pesar de los dos meses que estuvo lesionado por su lesión en el pie, muestran bien a las claras la capacidad realizadora del colombiano.
6) Lanzamientos de falta
En el Madrid, las faltas directas parecían un coto vedado para Cristiano y Bale. El crack portugués lanza las del perfil diestro y el galés las del perfil zurdo. Sin embargo, la aparición de James concede a Rafa Benítez un comodín inestimable para los golpes francos. El colombiano se estrenó en la primera falta que lanzó. Fue la temporada pasada en el epílogo de la Liga ante el Getafe. Después, en pretemporada también marcó la primera que tuvo ante el Inter. Y luego repitió en el primer encuentro de esta Liga en el Bernabéu frente al Betis. Por si al Madrid le faltaban debates, James también pide la vez para tirar las faltas.
7) Remate de cabeza
A pesar de no ser un futbolista especialmente corpulento para lo que se estila, James es un extraordinario rematador de cabeza. De sus 17 goles de la pasada temporada, tres los consiguió apareciendo por sorpresa para cabecear a gol y siempre en jugadas con el balón en juego, ya que en córners y faltas laterales el colombiano es uno de los encargados de los lanzamientos.
8) Asistencias
A James le gusta marcar, pero también asistir. Hasta 17 pases de gol repartió el colombiano la temporada pasada hasta el punto de convertirse en el futbolista que mejor sintonizó con la BBC junto a Isco. Especialemente rentable para el Madrid ha sido su sociedad con Cristiano Ronaldo, el jugador que ejerció de ‘cicerone’ a su llegada al Bernabéu, y con quien tiene una química especial y una gran conexión sobre el terreno de juego.
9) Visión de juego
Como los grandes cracks de este deporte, James tiene la virtud de dibujar la jugada en su cabeza antes de que ocurra. Eso le permite ver espacio donde otros jugadores solo ven un enjambre de piernas. La visión de juego del colombiano le ayuda a descargar la jugada cuando está en posiciones retrasadas o a encontrar un pase imposible como mejor solución para leer una defensa plagada de rivales.
10) Polivalencia
En su primera temporada en el Madrid, James ha demostrado que puede adaptarse a cualquier sistema táctico y a brillar en cualquier puesto del centro del campo hacia adelante. Puede rendir a la perfección actuando como segundo punta en un 4-4-2 o como medialuna en el 4-2-3-1. También es capaz de actuar de volante por la izquierda o por la derecha buscando la salida a pierna cambiada. Esa tremenda versatilidad le hace sencillamente imprescindible para cualquier entrenador.