Diego Costa: veni, vidi, vici
El Atlético de Madrid se impuso al Lleida por 0-4 en el encuentro de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Un resultado que permite a los de Simeone poner pie y medio en la siguiente ronda, además de empezar el año con una sonrisa en la boca tras ver como Diego Costa mojó en su debut al hacer el tercer tanto del choque. Diego Godín y Fernando Torres abrieron la goleada y Antoine Griezmann fue el encargado de hacer el cuarto.
El cuadro colchonero afrontó el primer choque del año con un once competitivo, aunque sin Diego Costa ni Vitolo, para intentar dejar encarrilado su pase a los cuartos de final de la Copa. Moyá el habitual en esta competición, partió de salida. Por delante, una línea de cuatro formada por Juanfran, Godín, Giménez y Lucas. En la medular partieron de inicio Augusto, Saúl, Carrasco y Correa, justo por detrás de Gameiro y Fernando Torres.
No salían enchufado los futbolistas rojiblancos en el inicio del partido, que veían como el Lleida comenzaba a llevar la iniciativa del choque. Tanto, que a la media hora habían disfrutado de las ocasiones más claras. Por su parte, al Atlético le costaba encadenar tres pases seguidos, con claras dificultades para llegar al área de los catalanes.
Miguel Ángel Moyá se vistió de Oblak al detener un mano a mano clarísimo a Iván Aguado que bien pudo significar el primer tanto para los locales. El mallorquín tapó a la perfección la portería, repeliendo con el codo la picadita del futbolista del Lleida.
Perdonaba el Lleida, y el Atlético volvió por sus fueros: la que tenga, la mete. Y así fue. En el minuto 34 Yannick Carrasco colgaba al corazón del área un libre directo, encontrando la testa de Diego Godín, que la peinó poniendo el cuero en el fondo de la red.
Y sin tiempo para que el Lleida reaccionase, los del Cholo Simeone volvieron a golpear. Esta vez fue Fernando Torres, que hizo su tercer tanto en la Copa del Rey. El delantero de Fuenlabrada, en posición antirreglamentaria, culminó una gran jugada colectiva en la que participaron Carrasco y Saúl antes de que Kevin Gameiro asistiese al Niño.
Debut de Vitolo y Diego Costa
La intensidad del segundo bajó un punto. El Lleida no quería encajar el tercero a la misma vez que soñaba con recortar distancias. El Atlético controlaba los tiempos, respondiendo a la exigencia que trataban de imponer los locales.
El canario fue el primero en saltar al terreno de juego cuando el cronómetro aún no llegaba a marcar la hora de partido. Carrasco dejaba su puesto al canario, que lo intentó pero no llegó a enchufarse del todo. Ni el partido lo permitía ni lo exigía.
Tres minutos más es lo que tardó en redebutar Diego Costa, que entró en el verde junto a Antoine Griezmann. El Cholo Simeone decidía meter más dinamita para sentenciar la eliminatoria y aprovechar el resultado a favor para que ambos atacantes comenzasen a entenderse en el rectángulo de juego.
Zarpazo y susto de Costa
El delantero de Lagarto llegó y besó el santo. Cuatro minutos sobre el verde y Diego Costa ya volvió a sentir lo que es marcar con la camiseta del Atlético de Madrid. Un centro de Juanfran desde la derecha encontró al hispanobrasileño que se tiró al suelo para poder golpear la pelota y superar al arquero del Lleida.
Pero las caras de alegrías se tornaron en rostros de preocupación. Diego Costa se tiró al suelo después de una sentida celebración haciendo saltar las alarmas en el Atlético. El ariete recibió un golpe al chutar, obligándole a ser atendido durante varios minutos, aunque finalmente pudo volver al campo cojeando y con la marca de los tacos del adversario.
El marcador volvería a moverse después de un tanto de falta directo del Principito, que desvió la barrera del Lleida. La conexión Griezmann-Costa dejó sus primeros detalles. Ambos futbolistas se buscaron y se encontraron, aunque no fue suficiente para hacer el cuarto. Una dupla que promete dar guerra hasta final de temporada.