La deportividad de Hamilton tras encajar la derrota más dura de su carrera
Lewis Hamilton se quedó a una vuelta de conseguir el octavo título mundial de Fórmula 1. Esa cota, que le habría convertido en el piloto más laureado de todos los tiempos, no la alcanzó por culpa de un polémico reinicio de carrera que incluyó el adelantamiento a la postre decisivo y definitivo de Max Verstappen para proclamar al holandés como nuevo rey de la Fórmula 1.
El británico encajó la derrota más dura de su carrera superando a la del Mundial de 2007 contra Fernando Alonso y Kimi Raikkonen y la de 2016 a manos de Nico Rosberg. «Felicidades a Max y su equipo, han hecho un gran trabajo este año. Todo el mundo ha trabajado muy duro en nuestra fábrica. Ha sido la temporada más difícil y estoy orgulloso de ellos. Lo hemos dado absolutamente todo en esta parte final de la temporada y nunca nos hemos rendido, que es lo importante», dijo el líder de Mercedes, quien se lo tomó bastante mejor que su jefe Totto Wolf.
A Hamilton sí le sonrió la suerte en la última carrera en 2008 y 2014 ganando a Massa y Rosberg respectivamente y, a sus 36 años, se ve con suficientes energías para regresar el año que viene con fuerzas renovadas pese al cambio de normativa. «Ahora, a tener unas buenas Navidades con la familia y veremos el año que viene», advirtió.
El piloto de Mercedes había ganado las últimas tres carreras de la temporada para situarse empatado a 349.5 puntos con Verstappen. Hamilton, sin embargo, no pudo culminar su machada tras ir liderando la carrera desde la primera vuelta tras una controvertida decisión de los jueces.
Ahora el heptacampeón buscará tener un monoplaza lo suficientemente competitivo para cobrarse la venganza contra un Verstappen que ha inaugurado una nueva era en la Fórmula 1 al triunfar con apenas 24 años. El holandés tiene mucho camino por recorrer en el Gran Circo, pero sin duda este final de temporada será recordado durante años por la emoción y también la deportividad final de los contendientes.