Denver y Jokic reinan por primera vez en la NBA
Denver y Nikola Jokic reinan por primera vez en la NBA. Los Nuggets consiguieron por primera vez el anillo de la mejor competición de baloncesto del mundo después de vencer a Miami (94-89) en el quinto partido para llevarse la eliminatoria por 4-1.
Nikola Jokic fue elegido el MVP de las Finales, después de firmar otra soberbia actuación con 28 puntos y 16 rebotes. «Fue un esfuerzo increíble por parte del equipo. Fue un partido feo. No podíamos hacer tiros. Pero al final nos dimos cuenta de cómo defender y anotamos (más de) 90 puntos. Por eso ganamos», dijo el mejor jugador de esta temporada en la NBA. El pívot, que ya tenía dos premios MVP de temporada (2021 y 2022), se ha consolidado como la superestrella del momento con unos playoffs históricos.
🏆 ¡LOS DENVER NUGGETS SON CAMPEONES DE LA @NBA! 🏆
💍 Primer anillo en la historia de la franquicia de Colorado. (94-89)#LasFinalesDeTodaLaVida pic.twitter.com/C03QjZyv4S
— NBA en Movistar Plus+ (@MovistarNBA) June 13, 2023
Jokic, a sus 28 años, ha promediado en los cinco juegos de las Finales 30 puntos, 13,5 rebotes y 9,5 asistencias y es el primer jugador que lidera estas tres categorías en unos playoffs en la historia. «Nikola Jokic es una gran persona, padre, hijo y hermano. En la cancha de básquet ha demostrado una y otra vez que es el mejor jugador de la NBA», aseguró su técnico Michael Malone en la ceremonia de entrega de trofeos.
El MVP más improbable -nunca un ganador de este premio fue elegido en un puesto tan bajo del Draft (41)- acabó siendo el líder del primer anillo de la historia de Denver, una franquicia cuyos mejores resultados eran cuatro derrotas en las finales de la Conferencia Oeste (1978, 1985, 2009 y 2020).
Con una paciencia insólita en la actual NBA, la dirección de los Nuggets permitió que el equipo se cociera a fuego lento durante casi una década en torno al talento único de Jokic y la fabulosa dupla que forma con Jamal Murray (14 puntos).
Con los 19.000 aficionados del Ball Arena rugiendo de alegría, Michael Malone lanzó un aviso para la liga. «Tengo noticias para ustedes, no estamos satisfechos con esto. Queremos más, queremos más», clamó el técnico. «Ha sido un gran equipo de baloncesto ante el que no hemos podido encontrar las soluciones suficientes para superar la eliminatoria», reconoció de su lado Erik Spoelstra, el reputado entrenador de los Heat.
Miami dio la cara
Los Heat, que suman tres derrotas seguidas en las Finales, habían perdido prácticamente todas sus opciones de victoria con sus dos tropiezos de la semana pasada en Miami. La desventaja 3-1 de Denver solo había sido remontada por un equipo en la historia de las Finales (los Cavaliers de LeBron James en 2016), pero el irreductible equipo de Florida volvió a Colorado decidido a creer en el milagro.
Una eléctrica atmósfera en el Ball Arena trató desde el principio de empujar a su equipo en el escalón final, pero los jugadores de Malone se vieron asaltados por los nervios. La tensión de los Nuggets se sintió especialmente en el tiro exterior, con una catastrófica estadística de 1/15 (6,7%) en triples al descanso.
Los Heat tampoco estaban inspirados desde la línea de tres (4/15 en el medio tiempo) pero tomaron el control del partido por su mayor intensidad defensiva y el dominio que impuso Adebayo en la pintura y que compensó el flojo inicio ofensivo de Jimmy Butler.
Aunque tuvieron la primera mitad de cara, con Jokic en el banquillo más de lo normal por faltas, los Heat solo pudieron irse al descanso con siete puntos de ventaja, que Denver ya había neutralizado a la mitad del tercer cuarto.
Un triple de Jamal Murray colocó el empate a 60 y otro de Porter Jr dio la primera ventaja a los locales desde el primer cuarto, haciendo enloquecer al Ball Arena. El veterano base Kyle Lowry dio aire a Miami con varios triples que llevaron el juego igualado al último cuarto, pero para entonces los Nuggets ya se habían sacudido los nervios y Jokic estaba al mando de las operaciones.
Los locales se avanzaron 83-76 a falta de cuatro minutos y medio pero Butler resurgió y comandó un parcial de 8-0 para Miami, incluidos tres tiros libres producto de una muy discutida falta de Aaron Gordon. Miami se llegó a poner por delante pero una canasta de Jokic y un robo decisivo de Kentavious Caldwell-Pope a Butler colocaron a Denver con tres puntos de ventaja a falta de 24 segundos.
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