La Davis es de Nadal
Rafael Nadal consiguió el punto decisivo en la final de la Copa Davis ante Denis Shapovalov (6-4, 7-6) y convierte a España en campeona del torneo por sexta vez en su historia.
No podía ser otro. La historia de la Copa Davis pedía un héroe idílico para el primer torneo después de su revolucionario cambio de formato, y Rafael Nadal cumplió con el sueño de todos en Madrid. El manacorense, número uno del equipo anfitrión, contó con la posibilidad de darle la Davis a España y no falló. Con una labor de nuevo sobresaliente y el aura de leyenda en el momento de mayor tensión, Rafa se deshizo de Shapovalov (6-4, 7-6) para completar el triunfo anterior de Roberto Bautista y provocar el delirio en las gradas de la Caja Mágica. Tras una semana de sufrimiento, trasnoches y alegrías, la España de Nadal es campeona de la Copa Davis.
Siete partidos con sus consiguientes siete victorias dibujaban la trayectoria de Rafael Nadal en la presente Copa Davis. El héroe español volvía a saltar a la pista central de la Caja Mágica sin demasiado descanso, pero muchas ganas de convertir su tarjeta de visita en historia del torneo. La sexta ensaladera de España estaba en juego y después de la emocionante victoria inicial de Bautista ante Auger-Aliassime, el equipo nacional no podía contar con un seguro de mayor calibre que Rafa para cerrar la eliminatoria y el título.
El manacorense saltó al tapete con semblante concentrado, sabedor de que su triunfo era esperado por todos y cada uno de los presentes en la central. Nadal no podía fallarle a España, pero la batalla definitiva tendría que lidiarla con uno de los tenistas en mejor forma de la actualidad, un Denis Shapovalov que se sentía cómodo en el papel de villano ante el más difícil todavía.
Con un juego marcado por la agresividad de sus tiros, tanto de fondo como en aproximación a la red, Shapovalov consiguió escapar de las dos primeras trampas colocadas por un voraz Nadal al resto. Sendas pelotas de break, una en cada juego, no fueron sino el preludio de lo que acabaría por suceder, lo inevitable. Rafa se adelantaba en el marcador.
Nadal sirve el triunfo
En un capítulo aparte hay que resaltar la labor de Nadal al servicio. Durante todo el torneo, sin importar si jugaba individuales o dobles, Rafa ha tenido en el saque a su mayor aliado, colocando encima de su traje de leyenda de bombardero acostumbrado a sumar puntos de saque por encima de los 200 km/h. En la final se repitió la historia y el español no concedió una sola pelota de break en todo el primer set, lo que irremediablemente le daba el triunfo parcial después de la rotura sumada en el sexto juego de encuentro.
Shapovalov apretaba en todos sus golpes, sabedor de la superioridad de Rafa cuando el peloteo subía de cinco intercambios. Esta decisión le había provocado un resbalón mortal en la primera manga y amenazaba con suceder también en la siguiente. Un juego kilométrico, el tercero, otorgaba un halo de esperanza al joven Denis, que salía vivo y gritaba por ello, aunque no se sabía cuanto tiempo iba a aguantar el pulso con uno de los capos de la historia.
La Davis es de España
Aupado por la necesidad de hacer sobrevivir a su país, Shapovalov alcanzó unos niveles extremos de ritmo de pelota y acierto en el partido, provocando no sólo la alternancia en el marcador al mantener su servicio, sino también los apuros de un irregular Rafa, capaz de lo mejor y de lo peor en este tramo, con el suyo. La experiencia de Nadal acudía al rescate en estas lides, llevando la resolución de la segunda manga al tie break.
No empezó bien Rafa, al que la suerte le dio la espalda con dos pelotas seguidas que se marcharon por milímetros, como el ojo de halcón se encargó de confirmar, pero dolido en su orgullo, el balear quebró de inmediato a su rival para colocar de nuevo las tablas en la muerte súbita.
La emoción era absoluta en la Caja Mágica, mérito de Shapovalov, pero los puntos de servicio de Rafa no volaban al casillero de Canadá. La grada apretaba como nunca antes en el torneo y entonces, en medio de una vorágine de espectáculo y españolía, Rafa logró el quiebre decisivo para atar definitivamente su ensaladera. La del equipo español. La de la Caja Mágica. La España de Nadal, campeona de la Copa Davis 2019.