Cristiano se reinventa…otra vez
Ha nacido un nuevo Cristiano Ronaldo. El portugués se ha reinventado esta temporada y se ha convertido en un jugador más solidario. Ha recuperado esa chispa de velocidad que parecía haber perdido. Vuelve a ser el Cristiano veloz y desequilibrante de las anteriores temporadas. Aparece más por el campo y se asocia mejor con sus compañeros. No anota tantos goles como otros años, sin embargo, sigue siendo el jugador más decisivo del mundo.
El 7 ha encontrado la manera de aportar una versión diferente de sí mismo pero a la vez efectiva. En el último encuentro frente al Espanyol cuajó una buena actuación, pese a no rematar ni una vez entre los tres palos. A diferencia de antes, el nuevo Cristiano Ronaldo, baja a recibir, ampliando los espacios y ayudando a abrir el campo para elaborar mejor la jugada.
Completó con éxito 22 pases de los 30 que realizó durante todo el choque. La mayoría de ellos fueron hacia la derecha y hacia atrás. Ahora, además de mirar la portería, opta por no complicarse y si no puede regatear o marcharse por velocidad se frena y combina con sus compañeros para empezar de nuevo la jugada. Ante los de Quique Sánchez Flores dio una lección de fútbol, tocando y bajando rápido a defender.
Al inicio de la temporada era impensable ver esta nueva cara del astro luso. Todo un devorador de goles, un jugador que sólo tenía el gol en mente cada vez que cogía el balón. Pero esta campaña las cosas han cambiado. Cristiano era consciente de que debía reinventarse para seguir siendo ese jugador decisivo y desequilibrante. No tenía la misma chispa de velocidad que en temporadas atrás y buscó una nueva fórmula para mantenerse en la cima.
Le costó arrancar pero al final el trabajo ha dado sus frutos. El mejor jugador del mundo ha resurgido de sus cenizas cuando muchos le daban por muerto para bajarse al barro y ensuciarse junto a todo su equipo. Corre, roba, asiste y también mete goles. El hecho de no tirar a puerta no es significativo, tal y como ha demostrado en los últimos encuentros.
El nuevo Cristiano Ronaldo nació en Champions
Contra el Nápoles empezó todo. Aquel duelo fue testigo de la resurrección del cuatro veces Balón de Oro. Tampoco tiró a puerta, sin embargo, fue clave para que los blancos se llevaran un buen resultado de cara a la vuelta. No marcó pero sí asistió. Dio un pase magistral a Kroos que remató a placer gracias a la pelota que le había puesto Cristiano Ronaldo. Estuvo muy activo durante todo el partido, destrozando la defensa asociándose con Benzema. Le dio varias asistencias que pudieron dar una renta mayor a los de Zidane.
El nuevo Cristiano es una auténtica bestia. Se ha convertido en un jugador de equipo, no piensa tanto en el gol de manera individual sino de forma colectiva. Se le nota más fino y más rápido, colaborando más con el juego y cooperando con el resto del equipo. Aunque sigue siendo un futbolista temible para las defensas rivales, necesita muy poco para generar peligro y con esta nueva versión se ha hecho más peligroso e impredecible.