El calvario del tenista español cuando se enfrenta a un francés en París: «Les molesta que ganemos»
El público galo, visceral por naturaleza, irrita a los tenistas españoles que juegan contra franceses
Davidovich se une a la lista de groseros episodios vividos por Nadal, Alcaraz, Munar y Verdasco
Davidovich dejó salir el golpeo de Cazaux para llevarse la victoria y entonces, sólo entonces, se liberó. Celebró el triunfo mandando a dormir al público del Masters 1.000 de París que durante todo el enfrentamiento se habían ensañado con él. Abucheos, gritos, y ánimos al rival. El del torneo parisino es un ambiente hostil donde los haya. Más si es para un tenista español. Y más si ese tenista se enfrenta a un francés.
El de Davidovich fue el último episodio de la serie que protagoniza el público parisino contra una raqueta española. El propio Alcaraz, que ha reinado sobre la tierra de Roland Garros, conoce también la cruz de la ciudad del amor. En 2021 venía de alcanzar los cuartos de final en el US Open, su mejor resultado en un Grand Slam por entonces, y de vencer a Sinner en segunda ronda de París, pero en la tercera colapsó por el ambiente de la grada.
Alcaraz se enfrentaba en París a Hugo Gaston, 103 del mundo en ese momento que se apuntó el primer set. Tocaba remontada para el murciano que se colocó 5-0 y dejó la segunda manga vista para sentencia. Fue entonces cuando la grada de parisina comenzó a abuchear todo lo que hacía. Cuando sacaba, cuando restaba, cuando metía un punto y especialmente cuando lo fallaba.
Y en esa olla presión se hundió Alcaraz. No ganó ningún juego más y pasó del 5-0 al 5-7. El murciano lo pasó tan mal que una vez acabado el partido se sentó en la silla y se tapó el rostro con la toalla mientras rompió llorar. Mientras los aficionados franceses celebraron y entonaron La Marsellesa. «Nunca es fácil jugar con el público en contra y ayer se demostró, yo sabía que iba a ser difícil lidiar con el ambiente que había pero no me llegué a imaginar que podría ser tan heavy», dijo Carlitos.
Hasta Nadal, rey de París, ha sufrido la hostilidad. Lo vivió en 2005 al enfrentarse al francés Grosjean. El balear dominaba por 6-4 y todo discurría dentro de lo normal, pero cambió radicalmente desde que el juez de silla, el argentino Damián Steiner, se negó a bajar para comprobar el bote de una bola del español a la línea de fondo (por televisión se vio claramente buena) que Grosjean protestó reiteradamente, a la vez que ordenaba al árbitro que chequeara la marca con gestos autoritarios.
El partido permaneció casi ocho minutos detenido. Y una vez reanudado, cada vez que el juez de silla cantaba el marcador, los abucheos arreciaban. Nadal no podía servir debido al escándalo general y cuando al fin pudo poner la bola en juego se vio molestado por varios aficionados. «El público parisino es bastante estúpido. A los franceses les molesta el triunfo de un español», acabaría diciendo en caliente Toni Nadal muy molesto con la actitud del público galo.
Aunque no hay que irse tan lejos, qué pregunten a Munar cómo vivió la pasada edición de Roland Garros. Sufrió el ensañamiento de la grada que le abucheó y cantó La Marsellesa cada vez que se disponía a sacar en la última manga. «Que animen al otro me parece perfecto, pero es una falta de respeto absoluta no parar de cantar, gritar tonterías e interrumpir constantemente. Aquí está el público más molesto y forofo del mundo, pesa demasiado la bandera», aseguró.
El episodio de Verdasco ocurrió en Niza, contra el galo Gasquet. Lideraba el español la manga definitiva cuando comenzó a perder los nervios ante el juego de su rival y la actitud de la grada, «Es el peor público del mundo, los putos franceses de los cojones», dijo durante el partido. La grada le abucheaba, el juez de silla pedía calma, pero cada punto era una guerra entre Verdasco y la grada. Cada un golpe fue un combate a ver quien daba más fuerte. En eso se convierte en ocasiones los partidos entre tenistas franceses y españoles en suelo galo.