El calendario acaba con el imbatible Real Madrid

Los esfuerzos se acaban pagando. El Real Madrid sabía que igualar la perfección de la temporada pasada iba a ser muy complicada, por no decir imposible. «Nosotros queremos ganar todos los partidos, pero no es posible. Salimos a competir por vencer a cada rival, pero siempre hay factores que afectan. Nosotros ahora mismo estamos cansados», dijo sin pestañear Sergio Llull antes de viajar a Málaga.

Tanto avisó el de Mahón que finalmente sus peores augurios se hicieron realidad ante un Unicaja (94-79) que jugaba en casa y que estaba evidenciaba una exuberancia física envidiable para los pupilos de Pablo Laso, que venían de haber estado una semana en Brasil para certificar su triunfo en la Copa Intercontinental. «No ha sido sencillo adaptarse al cambio horario», apuntó un Sergio Rodríguez que parece que, por fin, podrá dormir en su casa junto a su recién nacida tras dos meses fuera donde lo máximo que había dormido de seguido en su cama eran tres días.

«Hacía falta que ocurriera algo así para tener una enseñanza de cara al futuro. No somos irrompibles ni invencibles. Tendremos que entrenar cada día fuerte para seguir siendo competitivos», comentó un Pablo Laso que, en parte, respiró tranquilo al quitarse la presión de tener que intentar revalidar todos los títulos. «Nos ha pasado de todo, cada situación cayó a favor de ellos porque la buscaron. Felicito a Unicaja», zanjó el técnico.

«Hemos llegado un poco justos, pero sabíamos que éramos el equipo y batir y nos lo han puesto muy difícil. Perder ayuda a crecer y creo que este paso atrás nos va a venir bien para el futuro», dijo en tono constructivo un Felipe Reyes, que nunca se rindió con 25 de valoración. El cordobés y Sergio Rodríguez fueron los mejores de un Madrid que adoleció de falta de efectivos en los minutos decisivos y que careció de la chispa que el año pasado le permitía remontar muchos encuentros. En el calendario están muchas de las respuestas a los males de los blancos.