El Barça B de García Pimienta, sin ascenso

La cabezonería de Setién deja sin 10 millones de euros al Barça

La cabezonería de Quique Setién, que dejó al Barça B sin Ansu Fati y Riqui Puig, le cuesta el ascenso al filial y los 10 millones de euros que el club ingresaría por tener al equipo en Segunda División

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Eder Sarabia y Quique Setién, en el banquillo del Barça.

Quique Setién le ganó el pulso a García Pimienta… y al Barça le salió caro. La guerra interna que generó el técnico cántabro durante los últimos compases del campeonato acabó por damnificar al club. El Barça B, despojado de sus dos jugadores más diferenciales –Ansu Fati, Riqui Puig –, se quedó a las puertas del ascenso a Segunda División este domingo tras caer ante el Sabadell por 2-1.

El ascenso del filial era considerado en el club como prioritario. No solo por el impacto deportivo que tiene foguear a sus nuevos talentos en una categoría como Segunda División, sino también por el impacto económico que habría tenido en las arcas culés. Ascender suponían 10 millones de euros extras para cuadrar las maltrechas cuentas blaugrana, dinero que se esfumó de un plumazo tras la victoria del Sabadell que entrena Antonio Hidalgo.

Quique Setién acabó muy mosqueado en la penúltima jornada liguera ante el Valladolid. La preparación del filial para el play off de ascenso le dejó sin los cinco cambios en aquel partido, para desgaste de sus titulares y jugadores de la primera plantilla. Los Collado, Morer, Monchu o Cuenca ya estaban a las órdenes de García Pimienta y eso sentó fatal al entrenador del primer equipo. Vio menoscabada su autoridad y desde aquel momento se cerró en banda con los tres jugadores antes mencionados. Ansu Fati, Riqui Puig y Araujo no volverían a bajar con el Barça B. Y sólo el central pudo hacerlo en la última eliminatoria.

Su cabezonería afectó, evidentemente, al nivel deportivo que pudo mostrar el Barça B ante el Sabadell, tanto que fue incapaz de lograr el ascenso pese a iniciar el partido con el marcador a favor. De hecho, Setién tiene las horas contadas en el Camp Nou aunque la directiva planea mantenerle hasta el término de la presente temporada. Se sentará en el banquillo hasta la disputa de la Champions League; después se buscará un técnico bueno, barato… y que entre en los planes de un Leo Messi que acabó mermado en ánimo y espíritu este curso.

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