Buscando a un Taylor dominante: «Si explota puede ser imparable»
La llegada de Jeffery Taylor al Real Madrid sorprendió a muchos, en el verano de 2015. Algunos, solo conocedores de su vida privada –le rodeaba en aquel momento un escándalo de violencia doméstica–, eran los más reacios a su contratación, mientras que otros, sabedores de su pasado NBA, les ilusionaron ante el fichaje de una futura estrella. Un año después, el alero sigue formando parte de la plantilla madridista, y la división de opiniones de los aficionados continúa siendo la misma que el día de su presentación.
Después de una temporada irregular, la buena imagen mostrada por Taylor en los Playoff Liga Endesa hizo considerar a la dirección deportiva del Madrid la continuidad de un jugador que pareció más fuera que dentro durante toda la campaña. El margen de mejora y su físico hicieron que el runrún se sucediera en el seno del club blanco con respecto al futuro del jugador de origen sueco. «Su primer año no ha sido bueno pero, ¿y si explota? Tiene un potencial increíble, puede ser imparable».
Solo una semana después de la conquista de la Liga Endesa por parte del Real Madrid, la decisión estaba tomada, como contamos en DIARIO MADRIDISTA. Jeff Taylor continuaría en la plantilla – vía renovación– una temporada más, esperando esa explosión con la que sueñan en el club, o por lo menos una mejora sustancial que le haga ser un jugador de referencia en Europa. Comunitario, dispuesto a mejorar y sin un salario de estrella. La decisión era comprensible.
Al hablar de Taylor lo estamos haciendo de un jugador con una experiencia –tres años– en la NBA, donde, en las filas de Charlotte Bobcats se hizo un nombre como especialista defensivo en la mejor liga del mundo. Este es el aspecto donde en el Madrid esperan un impacto del jugador nacido en Norrköping, aunque de origen americano.
Recientemente pudimos ver, en el duelo que midió a los blancos con Oklahoma City Thunder, que Laso colocaba a Taylor en pista para defender a Russell Westbrook, estrella rival y uno de los mejores bases del mundo, con notable resultado. El físico del ’44’ madridista es absolutamente diferencial en Europa y puede defender a cualquier jugador exterior. El técnico vitoriano quiere un especialista y qué mejor que uno que ya lo ha sido en la NBA. Jeff es su hombre.
Mejora en ataque
Pero la principal esperanza –y objetivo– del técnico madridista es permitir un paso adelante de Taylor en ataque, donde no ha podido mostrar una versión ni siquiera parecida a la de aquel Eurobasket 2013, en el que fue el máximo anotador del torneo con más de 21 puntos de media en cinco partidos.
Ni Laso ni nadie en el club pretenden que se acerque a esas estadísticas, pero sí que evolucione y confíe en sus posibilidades de cara al aro rival. Con un 49% de triples en Liga Endesa, el alero debe prodigarse más ahí, sobre todo desde las esquinas, hasta donde muchas veces llega el balón debido a la magnífica circulación del Real.
Las penetraciones, en las que gracias a su físico puede acabar con mates que levanten al Palacio, cortes a canasta y posteo, cualidad que el propio jugador ha confesado que puede usar, también pueden hacer que la aportación en puntos del jugador suba en su segunda temporada.
Su inicio de temporada no ha sido el más destacado si miramos las estadísticas, pero a excepción del encuentro frente a Valencia Basket, Taylor ha sumado a su equipo de manera positiva, mostrándose muy activo en defensa, y en el caso del encuentro frente a Unicaja, también atrevido en ataque. Este encuentro, donde contó con la aprobación explícita de su entrenador, debe ser el ejemplo a seguir, ya que en sus 12 minutos en pista, el Madrid venció por 19 puntos a su rival.