Blatter se confiesa en Rusia y acusa a Platini de estar detrás del ‘FIFAGate’
En una entrevista delirante, Joseph Blatter, el inhabilitado presidente de la FIFA, acusa a Michel Platini, el también inhabilitado presidente de la UEFA, de haber sido el cerebro, el chivato y el hombre que ideó un maquiavélico plan para hacer saltar los cimientos del máximo órgano del fútbol mundial: «Al principio la diana de los ataques fui yo. Y lo ideó todo Michel Platini. Es algo personal», dijo el casi octogenario Blatter en una entrevista pactada desde Zúrich con la agencia rusa TASS, que maneja directamente el gobierno de su amigo Vladimir Putin.
Blatter siguió explayándose al señalar que Platini «siempre quiso ser presidente de la FIFA, pero no tuvo el coraje de presentarse contra mí en las elecciones de 2015». El suizo, que heredó la presidencia de la FIFA del brasileño Joao Avelange, está convencido de que «cada persona que dirige la UEFA se ve infectado por un virus que se llama anti-FIFA», señaló, además de lamentar que Platini y él pasaran de ser «los mejores amigos, a que no me invitara a la inauguración de la Eurocopa de 2008».
Sin embargo, Blatter sí que defendió que todo el dinero que pagó a Platini –2 millones de francos suizos- que está ahora bajo investigación, era absolutamente legal. La coartada de Blatter comienza en 1998 cuando, siempre según la versión del suizo, propuso a Platini trabajar para él después del Mundial de Francia. Platini pidió un millón de francos al año, cifra que Blatter consideró inasumible.
«Firmamos un contrato, pero no por esa suma»– relata Blatter–. «Trabajó para mí hasta 2002, cuando lo eligieron para el comité ejecutivo de la UEFA y la FIFA. Después de llegar a estos cargos, el contrato fue anulado, ya que él se convirtió en representante oficial de la UEFA». Supuestamente, Platini no reclamó un euro en aquel momento de sus cuatro años de trabajos para Blatter.
En 2010, ocho años después, Platini exige a la FIFA que le pague la deuda y Blatter le dice que ponga él mismo la cantidad: «La cuenta se cifró en 2 millones, a razón de medio millón por año. Yo aprobé el pago. Ese es mi lema: si le debo dinero a alguien, debo pagarle. Eso es todo. Ese dinero no fue un pago por ninguna otra cosa», concluye Joseph Blatter, en una explicación llena de lagunas, que sólo sirve de vano intento por lavar su imagen.