El tijeretazo y las renovaciones dividen a la plantilla

Bartomeu destruye desde dentro el vestuario del Barcelona

La rebaja salarial del 30% que quiere imponer el presidente del Barcelona unida a las renovaciones de los obedientes Ter Stegen, Piqué, Lenglet y De Jong parten por la mitad a la plantilla del Barcelona

Los jugadores se niegan a sentarse con el club a negociar el tijeretazo que quiere imponer Bartomeu al vestuario del Barcelona

vestuario barcelona
El tijeretazo y las renovaciones de Bartomeu rompen el vestuario del Barcelona.

A Josep María Bartomeu, al contrario que al jefe del Equipo A, todos los planes les salen mal. Es El Coyote de los presidentes. Cuando intenta ponerse el traje de bombero le sale su vena pirómana y cada ocurrencia suya es un clavo más en el ataúd a medida que está construyendo al vestuario del Barcelona y al club como institución.

La decisión unilateral de rebajar el sueldo un 30% a los jugadores de la primera plantilla para cuadrar las cuentas, unida a las renovaciones con trampa de los obedientes Ter Stegen, Lenglet, Piqué y De Jong han provocado que el vestuario azulgrana, sencillamente, salte por los aires.

El plan de Bartomeu era sencillo a la par que difícilmente realizable, como las cuentas de Pedro Sánchez: rebajar el sueldo a los jugadores en estos primeros años de crisis post-Covid y aumentarlo proporcionalmente en las últimas temporadas de contrato. Una trampa de ingeniería financiera, legal pero peligrosa, amén de una herencia envenenada para el próximo presidente del Barcelona, porque a Bartomeu ya le quedan días contados en el convento.

Pero a Bartomeu se le ha rebotado el vestuario. La mayoría de los futbolistas del Barcelona firmaron una carta en la que rechazaban negociar con esta directiva una rebaja salarial.

Renovaciones con trampa

Pero algunos, como Piqué, Ter Stegen y De Jong jamás ocultaron que iban a lo suyo. Los tres negociaron de manera individual su renovación con el Barcelona y ni siquiera firmaron la carta con el resto de sus compañeros. El propio Piqué negoció una increíble renovación exprés hasta 2024 anunciada por sorpresa minutos después de terminar el partido ante el Ferencvaros, igual que las de los otros tres jugadores obedientes: Ter Stegen, De Jong y Lenglet.

Este miércoles el Barcelona debe comenzar a negociar la rebaja salarial con todos los trabajadores del club y en esta mesa de negociación debería estar presente un jugador. Pero los futbolistas de la primera plantilla ya han anunciado que no acudirán. Al menos esa era la postura del vestuario azulgrana hasta este martes. Sin embargo, la unión de la plantilla está rota, igual que la confianza entre compañeros, porque es evidente que unos cuantos negociaron por su cuenta. Por eso el anuncio de las cuatro renovaciones no es casual.

Bartomeu ha querido dividir como Julio César y ha acabado por incendiar el Barcelona como Nerón, aunque en la rebaja salarial podría ganar la guerra con el vestuario. Queda por ver si el incendio en la plantilla acaba extendiéndose al césped y la pelota empieza a arder. Eso sería la peor noticia para el Barcelona, que bien tiene para elegir.

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