Bartomeu dejó el Barcelona con una deuda de ¡¡1.350 millones!!

Ferran Reverter, CEO del actual Barça, explicó este miércoles los resultados de la Due diligence, en la que plasmaron los datos del análisis de las cuentas y arcas del Barcelona, dejando al descubierto cómo dejó el club la gestión de Josep Maria Bartomeu. Conformó un mapa conceptual de la situación económica y financiera del club cuando comenzaron su mandato y que la deuda y los compromisos futuros eran 1.350 millones de euros en marzo de 2021, lo que obligó inmediatamente a refinanciarse debido a «graves deficiencias de gestión».

Este miércoles, en el Auditori 1899, volvía a salir a escena Ferrar Reverte. El CEO del Barça nunca suele traer buenas noticias, poniendo el foco en los aspectos económicos del club y dejando al descubierto nuevos datos que elevan la sensación de peligro e inestabilidad de la entidad en términos financieros. Los resultados de la Due diligence, realizada por Deloitte, elevan más aún la percepción de deterioro y descontrol de la anterior Junta Directiva blaugrana que presidió Josep Maria Bartomeu.

Reverter explicó durante su comparecencia que, en marzo de 2021, el patrimonio neto del Barça ya era negativo, lo que suponía una situación de quiebra contable. Además, el flujo de caja operativa era nulo en aquel momento lo que suponía problemas para el pagó de las nóminas de todos los trabajadores, jugadores incluidos, y el riesgo que esto supone. «Nuestra junta ha elaborado un plan de viabilidad estratégico para salvar el club, pagar las nóminas de los trabajadores…», explicaba el CEO culé.

Uno de los primeros movimientos de Joan Laporta nada más tomar el control del Barcelona y estudiar detenidamente las cuentas, tras una primera auditoría, fue la de refinanciar el club. Para sorpresa de su Junta Directiva, la deuda y los compromisos futuros que tenía por delante el club eran de 1.350 millones de euros. El objetivo con esto no era otro que transformar la deuda a corto plazo a otra a largo plazo, más asequible y reversible en el futuro, una vez que las cuentas queden saneadas.

Todo esto generó una serie de problemas al Barça, sobre todo incumplimientos económicos que traían más consecuencias. El club tenía compromisos con bancos, con los diferentes ratios de LaLiga y UEFA e incluso con los estatutos, todos incumplidos. Esto provocaba irremediablemente penalizaciones con el límite salarial, limitando la posibilidad de inscribir a nuevos jugadores como se ha comprobado de un tiempo a esta parte. La toma de decisiones en cuanto a operaciones quedaba limitada.

«Las instalaciones del club están muy deterioradas, el Camp Nou contaba con más de 900 patologías que hacían inviable abrir el estadio en la fase final de la temporada pasada», decía Ferran Reverter en otro de los puntos que desarrolló sobre la problemática que se encontraron con respecto a las infraestructuras del club, tanto el propio Camp Nou y la Ciudad Deportiva, que debían ser subsanadas ante posibles riesgos de seguridad. Obras que debían ser ejecutadas y que no se habían puesto en marcha.

No se debe olvidar tampoco el proyecto Espai Barça. La Junta de Josep Maria Bartomeu llevó a cabo una infravaloración del proyecto y, además, éste tenía graves carencias. Esto obligó en marzo a reformular y redefinir de nuevo el Espai Barça pese a que existían ya diferentes obligaciones a las que se había comprometido el club.

Según relatan, a su llegada al club el 17 de marzo de 2021, en el club existía previamente una falta de gobernanza y control interno que supuso que la maquinaria del club estuviera parada y dificultara, con la entrada de una nueva Junta Directiva, que se pudiera tomar con facilidad el control del FC Barcelona.

Reducción gradual del resultado neto

Reverte explicó también una importante reducción gradual del resultado neto y del flujo de caja operativo en las últimas cinco temporadas, destacando un incremento del 61% de la masa salarial debido a fichajes y renovaciones al alza. Destacan que de haber continuado la misma plantilla este curso la masa salarial habría sido de 835 millones de euros, un 108% sobre los ingresos recurrentes. También que hubo gastos de intermediarios muy elevados.

«Incremento de un 56% de los gastos de gestión entre la temporada 2016/17 y la 2019/20, debido a una falta de gobierno y gestión. Entre la temporada 2016/17 y la 2019/20 se multiplican por 6 los costes financieros para el incremento de la deuda neta y por la falta de planificación financiera», detallan desde el Barça, añadiendo que las pérdidas por el Covid-19 fueron de 43 y 65 millones de euros en la temporada 19/20 y los primeros nueve meses del ejercicio 20/21, respectivamente.